Hola. Ahora que se acercan las elecciones y el antagonismo entre los populistas y los liberales pro mercado, se hace más notorio y virulento, me viene a la memoria mis épocas de jovencito, donde ya entonces se vivía este enfrentamiento.
Corrían los meses previos al retorno del General desde España. La Juventud Peronista fogoneaba desde todos los ámbitos dicho regreso. Mis dos amigos y yo, habíamos crecido educados, escuchando desde nuestra infancia, que el Peronismo era el causante de todas nuestras penurias, y que Perón, era poco menos que Hitler. Además por el tema de imagen, simpatizar con el peronismo era pasar a ser un groncho mental y culturalmente. Por esta educación recibida, si bien no nos interesaba la política, éramos simpatizantes de los Radicales.
Eramos jovencitos que íbamos a votar por primera vez, en un País que durante muchos años no votaba. El tema es que una tarde nos encontramos con un amigo que se había enganchado en la J P y nos invitó a concurrir a sus reuniones y mitines. El argumento que nos convenció a ir , fue contundente. Nos dijo: .....está lleno de minas para levantar.......Y en esa época, nuestra principal preocupación y actividad era esa. Levantar minas. Donde había mujeres, ahí íbamos nosotros.
Y la verdad es que nuestro amigo no nos engañó, era una aglomeración de mujeres jóvenes , de todo tipo. Era un festival para la conquista. Y debo confesar, que si bien al principio miramos con recelo a esa juventud, al poco tiempo de participar en sus reuniones y actos, nos contagiábamos de ese fervor y ese sentimiento que ponían al entonar sus cánticos y especialmente la Marcha Peronista. Aun hoy considero que esa marcha, musicalmente es una obra maestra. podremos discutir e incluso descalificar la letra de la canción, pero que la música es muy bien elaborada y pegadiza, y que cumplía perfectamente con los fines de motivar y emocionar a los jóvenes, eso es innegable. Puedo asegurar sin ánimo de exagerar, que al entonar la marcha, vi a muchos jóvenes emocionarse hasta las lágrimas, si, llorar tanto a hombres como mujeres. Así fue que, a partir de ese entonces, dejamos un poco de lado esa aversión y rechazo que sentíamos hacia los peronchos, y los empezamos a mirar con un poco de simpatía.
A los 2 o 3 meses de incursionar en ese ámbito, y habiendo logrado cumplir con nuestros modestos fines amatorios , en forma aceptablemente satisfactoria, ya perdimos la motivación, y nos borramos del grupo buscando nuevos sitios para ..levantar... Ninguno de los 3 votó luego al peronismo, seguimos siendo radicales, pero ya no los mirábamos con ese casi desprecio de antaño. Ya nos los considerábamos como algo vergonzante, ser peronista o de la JP.
Que tiempos aquellos..... a nuestro modo lo disfrutamos.......fuimos un poquito felices....
