Mensajepor quique43 » Mar Ago 11, 2015 9:36 pm
Parte dos y las inundaciones en Bs. As., que se podrìan haber evitado, de existir vocaciòn para solucionar los problemas, si siguen votando al "Frente para la Descracia", los problemas seguiràn seguro.
Tener en cuenta que parte de esos fondos que fueron al sur, se destinaron a la obra pùblica, con Làzaron como testaferro del matrimonio korrupto.
Particularmente en Buenos Aires, se trataba de quitarle relevancia a la administración provincial para poder negociar en forma directa con los intendentes la realización de obras que ellos pedían y se ejecutaban desde el Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Nación.
Es importante escuchar lo que tiene para decir al respecto el diputado Carlos Brown, que se transformó en un verdadero experto del uso y abuso del Fondo Hídrico: viene denunciando desde el uso de 16 millones de pesos para la construcción de un stand en Tecnópolis, que se giraron a las universidades de Tres de Febrero y de San Martín, hasta "la entrega de montos para obras que son maquillaje, y de ningún modo resuelven el problema de las inundaciones en las distintas cuencas que cruzan el conurbano bonaerense".
En rigor, la provincia de Buenos Aires es la gran castigada por el Fondo Hídrico. Allí vive el 40 por ciento de la población nacional, tiene el mayor número de establecimientos industriales y agrícolas del país, es la mayor generadora de riquezas, también la que tiene más pobres, pero sólo recibió 2.600 millones para obras hídricas desde que se implementó el Fondo, o sea, el 25 por ciento del total.
Inundación La Matanza AE 1170 08
Adrián Escandar
Sin los fondos suficientes, sin planificación, sin la intervención de equipos interdisciplinarios profesionales que analicen el estado de las cosas y prepare a las poblaciones para resistir la llegada del agua hasta que se hagan las obras de infraestructura que demorarán años, lo lógico es que pase lo que pasa: de un lado del arroyo se inunda el country Estancias del Pilar, y del otro el barrio Carabassa.
En ese contexto, el padre Gabriel Michelle tiene que soportar la pelea entre los militantes de La Cámpora y del intendente Humberto Zúccaro por una ayuda que no dan, mientras él pasa los días con sus noches junto a las familias humildes, que reciben las donaciones que les acercan los vecinos del country.
Del otro lado del conurbano, Silvia Flores, de la Coooperativa La Juanita, llevó a los barrios inundados de Laferrere colchones y ropa seca, medicamentos y desinfectantes, donaciones que fue recolectando de solidarios de todas partes que saben que ella y su gente están ahí, en la trinchera de la vida, escuchando lo que cada inundado necesita contar del drama que vivió y recibiendo lo que haya llegado como donación. El municipio sólo apareció un rato a la mañana a través de un camión que entró y repartió tres sachets de agua por familia.
La ausencia del Estado es notoria en todos lados. A los desarrolladores de los countries les aprueban estudios de impacto ambiental falsos o les otorgan permisos precarios que nadie controla una vez terminadas las obras y habitados los lotes. A los punteros se les permite que repartan tierras inundables, donde no se pueden construir cloacas (o sea, son sanitariamente precarias), a familias necesitadas.
Jorge Cuello, docente de Derecho Ambiental y miembro del Grupo de Información y Análisis de la Realidad Argentina (GIARA), dice que es imprescindible desarrollar un sistema de generación de alertas satelitales, preparar centros de evacuación, formar cuerpos de voluntarios de Defensa Civil en los barrios. "Muchos daños se podrían evitar con acciones concretas y coordinadas, hasta que lleguen los estudios que den cuenta del impacto climático y las obras se ejecuten", asegura.
La emergencia fue el signo de estos años. Por suerte, "Dios es justo, de arriba nos mira a todos por igual", tal como dijo Eduardo Aparicio, el ministro Desarrollo Social bonaerense. Los argentinos podemos estar tranquilos. Este Gobierno fue malo para todos.