OPINIÓN DISCPUESTO A ESCUCHAR
“Ellos hicieron rica nuestra Patria”
POR OSVALDO PEPE
29/09/13
Un día, cuando era muy joven allá en su Europa, el abuelo miró el horizonte y pensó que otra senda tal vez existía. Sus manos, mansas y fuertes, estaban vacías. Y un día, en un viejo en barco, el abuelo se marchó de España. O quizá otro día, como tantos, partió de su Italia con esperanza. La imagen querida de su vieja aldea y de sus montañas se llevó grabada muy dentro del alma, cuando el viejo barco lo alejó de España, o lo sacó de Italia.
Será por eso que no puedo dejar en el olvido las palabras de la Presidenta cuando dijo que quienes bajaron de los barcos hace poco más de 100 años, lo hicieron “muertos de hambre.” Como si haber venido con las ilusiones de quien quiere salir de una situación de angustia, de países arrasados por guerras y calamidades, los convirtiera sin más en seres inferiores a los que hay que reprocharles la apertura que tuvieron para ellos otros gobernantes argentinos.
Esos a quienes la Presidente llamó “muertos de hambre” fueron nuestros abuelos, que no sólo vinieron para saciar su hambre, sino que lo hicieron sin buscar que los alimentaran gratuitamente con las limosnas dadas a los pobres, hoy llamados por el Gobierno “planes sociales”, que no son trabajo, sino para mantener a sus beneficiarios en la dependencia de la pobreza y así canjearlos por votos.
Esos “muertos de hambre”, señora Presidente, fueron quienes hicieron rica nuestra Patria hasta alcanzar el sexto lugar en el mundo. Esos “muertos de hambre” , señora, clavaron el arado por primera vez en la mayor parte de la tierra argentina para hacerla “el granero del mundo.” 
Ellos iban a trabajar llevando un pan, dos cebollas y medio litro de vino, para poder ahorrar lo suficiente y así traer a su mujer y a sus hijos a compartir esta bendita tierra. Amaron esta tierra como usted ni siquiera puede imaginar, sembraron en ella no sólo el trigo, sino que le dieron muchos hijos y nietos, que hoy somos la clase media argentina: esos hijos y nietos aprendimos que l a dignidad del hombre comienza con el trabajo, porque significa cumplir el mandato bíblico de “ganarás el pan con el sudor de tu frente” .
Por todo esto, señora Presidenta, desde que la escuché me resultó incomprensible ese frase de desprecio a nuestros abuelos, los que hicieron la Argentina próspera, la Argentina del trabajo en paz. Aquella en la que la gente se sentaba por las tardes en la puerta de su casa, con la seguridad de que nada alteraría su descanso luego del trabajo honesto. Y mandaban a sus hijos a la escuela y la universidad gratuitas, para que ellos pudieran llegar a estar en esa clase media, esa misma que con frecuencia usted reprende.
Ese desprecio, digo, señora, es el desprecio a lo más rico y generoso que puede ostentar nuestra Patria: ese hombre simple, que no es revolucionario con las armas que matan, sino con las herramientas que producen vida.
Con esa frase desafortunada, usted ha ofendido a nuestros padres y a nuestros abuelos, esos hombres honestos a los que usted debería rendir homenaje renunciando a su soberbia y a su pretendida ilusión de perpetuarse en el poder. Soy un ciudadano de clase media que dejó un momento su trabajo para defender el honor de mis abuelos, esos “muertos de hambre” que bajaron de los barcos, para hacer la Patria grande que hoy estamos perdiendo.
http://www.clarin.com/opinion/hicieron- ... 99896.html
 
  
  
  