Phantom escribió:Ojo con esperar una salida explosiva. Coincido con Eduardo Levy Yeyati en que no están dadas las condiciones.
Para que algo se rompa hace falta una fragilidad: el déficit crónico heredado del sobreendeudamiento ochentista en 1989, o el sobreendeudamiento en dólares heredado de la convertibilidad noventista en 2001.
Sin éstos, lo más probable es que, en el peor de los casos, lo que enfrentemos sea una recesión.
http://yeyati.blogspot.com.ar/2013/03/e ... risis.html
Cuesta imaginar esta deriva sin desenlace, pero es lo que hay. Probablemente nos esperen treinta meses más de discusiones inverosímiles sobre los orígenes de la inflación y de recetas exóticas de economista amateur. Treinta meses de vehemente improvisación y autocelebración en cadena. Treinta meses de enervante calma chicha, y ninguna crisis.
O treinta meses para pensar el futuro, para construir una alternativa que no huela a reciclaje. Porque nada sucederá por sí sólo, la crisis no nos salvará de la falta de ideas.