Mensajepor mirgorenado » Jue Sep 13, 2012 6:42 pm
Para los que se preocupan por el 2013...
30-08-2012
El mundo nos dará una nueva oportunidad el año que viene, ¿podremos aprovecharlo?
Brasil, el clima y los precios de commodities le darán a la economía argentina un escenario más favorable en 2013 de lo que fue este año.
La primera parte del año dejó un panorama económico bastante más negativo del que a priori se podía pensar antes de las elecciones presidenciales de octubre pasado. El dato sobresaliente en este sentido fue una desaceleración del crecimiento mucho mayor que la esperada, afectando a prácticamente todos los sectores. El principal factor detrás de este escenario fue sin dudas la política económica doméstica, con medidas que no sólo no son las mejores disponibles para enfrentar los problemas que aquejan a la economía local, sino que además no lucen armónicas ni consistentes. Tuvieron idas y vueltas constantes y fueron pésimamente comunicadas por parte de las autoridades.
Fuera del ámbito doméstico, se suman otras cuestiones que tuvieron un impacto significativo en la performance de la economía durante la primera mitad del año. El clima fue claramente desfavorable para la campaña agrícola 2011-2012, la economía brasileña crece, pero más lentamente de lo que se esperaba a priori, y el escenario global se mantuvo incierto y volátil.
Los datos preliminares del segundo trimestre dan cuenta de que la desaceleración aún sigue su curso, sin embargo, las perspectivas para lo que queda del año, pero en especial para 2013, son más auspiciosas. Lamentablemente, las buenas noticias no provendrían del ámbito local, ya que luce poco probable un cambio de rumbo o una mejora en la calidad de la política económica, sino que el optimismo está relacionado con un escenario más favorable en lo que respecta a aquellos factores exógenos que afectaron negativamente la primera mitad de 2012.
Brasil
En primer lugar, de acuerdo a nuestros pronósticos (en línea con el consenso del mercado), la economía brasileña recobraría los bríos perdidos hace ya un tiempo, con un crecimiento que se comenzaría a acelerar ya en los últimos meses de este año y que se consolidaría a lo largo de 2013. Este cambio de tendencia se debe a una política económica volcada a impulsar la actividad y a condiciones externas positivas para el vecino país. De concretarse este escenario, Argentina tendría un panorama más favorable para su sector manufacturero, sobre todo para las automotrices y, por ende, para todas las ramas metalmecánicas, fuertemente afectadas en los últimos meses por la desaceleración de la demanda en Brasil.
Agro
El clima es y seguiría siendo un aliado para la economía local. Por un lado, la fuerte sequía que afecta actualmente a EE.UU. impulsó al alza los precios de los granos y la soja hasta niveles récord, mejorando las perspectivas para el sector agrícola argentino de cara a la campaña 2012-2013.
Los altos precios, podrían aprovecharse al máximo gracias a pronósticos favorables en materia climática, de la mano del fenómeno del Niño, que mejoraría sustancialmente la cosecha de estos productos respecto de los resultados de 2011-2012.
Este mix de mejores precios y mayores cantidades traccionaría además sobre importantes sectores industriales y de servicios íntimamente relacionados con la producción agropecuaria, como agroquímicos y transporte, por ejemplo.
Pero el efecto positivo de factores exógenos más favorables no se agotaría en el impulso de la actividad de sectores particulares, sino que sería más amplio. Por un lado, el efecto riqueza producto de mayores precios y cantidades de granos y soja podría volcarse a un mayor consumo e inversión, beneficiando a segmentos como bienes durables, construcción o real estate. Por el otro, y más importante aún, mejoraría sustancialmente el margen de la política económica para enfrentar los problemas que afectan a la economía doméstica de un tiempo a esta parte, los que todavía no han encontrado una respuesta eficaz y mucho menos eficiente. Es que una economía brasileña creciendo vigorosamente junto con un importante incremento en el valor de las exportaciones agrícolas relajarían las restricciones externa y fiscal, ampliando los grados de libertad de las autoridades.
FUENTE: abeceb.com