verdolaga escribió:
En los últimos días uno de los conceptos más debatidos en el foro ha sido la supuesta costumbre de criticar el país donde uno vive como coartada para no resolver frustraciones propias. En lo personal quiero al país en que me ha tocado nacer, más allá de que los 200 años de historia no han sido muy pacíficos que digamos (guerra civil entre 1820 y 1853, ocupación de la Patagonia con matanza de indios incluida, golpes de Estado sistemáticos durante el siglo XX, por citar sólo algunos episodios). Pero querer al país no significa hacer la vista gorda sobre lo que ocurre. ¿Por qué debemos hablar sólo de los hechos positivos? Si no diagnosticamos con certeza nuestros problemas, ¿cómo haremos para solucionarlos?
Europa occidental se levantó del desastres de dos guerras en menos de veinte años (1945-1965). Hubo un Plan Marshall, por supuesto. Pero los europeos se reconstruyeron a sí mismos. No se quedaron a llorar en un rincón. La Argentina lleva ya 28 años de recuperada democracia y no puede, no sabe o no quiere resolver cuestiones estructurales básicas, entre ellas la pobreza.
¿Qué hay que hacer? ¿Decir que todo está bien? ¿Por qué se denosta al que piensa diferente como leí en algún post acusándolo de querer que a la Argentina le vaya mal? Yo, a pesar de ser muy crítico, puedo reconocer que este gobierno ha tenido algunas politicas positivas. Pero de los que defienden abiertamente al gobierno nacional no he leido ningun comentario condenatorio a los diversos hechos de corrupcion que aniquilan cualquier desempeño gubernamental por positivo que sea. Los ejemplos ya no son necesarios. Como diría Piero "Las cosas se cuentan solas. Sólo hay que saber mirar."
Disculpame pero yo dije: "Hace dos años estabamos muertos y ahora se pelean a ver quien llega segundo de Cristina. Eso tambien es un logro de la oposicion que en berretismo, pobreza moral y deshonestidad intelectual no le saca ni medio cuerpo de ventaja al gobierno." No me parece que sea un elogio al gobierno que tiene enormes fallas (no la corrupcion donde no se destaca mas que otros gobiernos anteriores o cogobiernos locales).
Por otro lado los europeos harian bien en lugar de felicitarse por como se reconstruyen como hacen para destruirse.
A los 50 millones de muertos de la segunda guerra mundial no creo que los compense sentirse superiores porque pueden dividir Berlin con un muro durante 50 años mientras en latinoamerica (que no ha tenido la capacidad de instalar hornos crematorios para millones de personas) los aplauden.