jejeje....
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Para Kiciloff, el INDEC es trucho
El grupo CENDA es un conjunto de jóvenes investigadores de credo aproximadamente marxista que ha publicado hace poco un libro nada malo sobre los años kirchneristas. Aunque disiento en algunos de sus diagnósticos, lo he recomendado últimamente como el mejor resumen de la economía de esta década.
Son buenos amigos, a pesar de que o quizás porque durante un tiempo se dedicaban a criticar un libro de mi coautoría junto a @pgerchunoff, Entre la Equidad y el Crecimiento. Escribían artículos con nombres como “Desarrollo económico y condiciones de vida en la Argentina (1880–2002). ¿Entre la equidad y el crecimiento?”.
Anteayer publicaron en Pravda/12 su diagnóstico sobre la inflación. Coincido en aproximadamente un 50% de su argumento, pero sería un poco largo desmenuzarlo, porque el objeto de este post es otro.
Uno de los fundadores y alma mater de CENDA es Axel Kicillof.
De los 8 artículos publicados por “nuestros investigadores” en la sección Macroeconomía y Desarrollo del grupo CENDA, seis son de autoría o coautoría de Kicillof.
¿A que viene todo esto? A que, en opinión del grupo de Kiciloff y sus camaradas,
La inocultable falta de confiabilidad del índice de precios al consumidor (IPC) calculado por el INDEC ha privado a la sociedad de una herramienta fundamental para conocer la verdadera situación económica del país… El cálculo de un índice de precios confiable es una responsabilidad indelegable del Estado que debe brindar esta información pública de forma gratuita, con una metodología transparente y que garantice la calidad del procedimiento y el secreto de las fuentes… Para paliar transitoria e imperfectamente esta situación que se hace insostenible, desde el CENDA decidimos construir un índice de precios al consumidor que cumple con dos condiciones. En primer lugar, a diferencia de las consultoras privadas que esconden su metodología, ya sea por su debilidad o para tergiversar los datos según sus propios intereses, las fuentes utilizadas por CENDA para el IPC-7 provincias están disponibles y son producidas por el sector público. Algunas provincias -entre las que encuentran las siete que se han incluido en el índice- cuentan con Direcciones de Estadística que, según se sabe, no han sido sometidas a “cambios metodológicos”. En segundo lugar, este índice explota al máximo las fuentes públicas y no pretende realizar un relevamiento propio sin bases sólidas y que requiere, para ser serio, de cuantionsos recursos de los que no disponemos.
Esto no es una crítica a Kiciloff: es un elogio. Un elogio a él y a la tolerancia del gobierno hacia –cito a Él– las “verdades relativas” de cada uno. El tipo puede tener un puesto alto en Aerolíneas Argentinas, puede aspirar a un silla estatal en el directorio de Techint, y así todo decir que el INDEC es una truchada.
Pensándolo bien: podría ser un elogio, salvo que CENDA dejó de publicar su “IPC-7 provincias” en enero de este año. Démosle el beneficio de la duda. Quizás la página todavía no está actualizada. Quizás “se cayó el server” o algo así.
