Mensajepor Aleajacta » Vie Abr 16, 2010 6:22 pm
Pgplanas, muy bueno.
Me recuerda al Tux que decía: Propongo como lema del foro lo siguiente: si está barato, compramos; si está caro vendemos.
Pero caro y barato son adjetivos, es decir comparaciones. Hoy sentí la misma ignorancia de cada tanto: ¿nuestros bonos están caros o baratos? Y de inmediato ¿respecto a qué?
Una respuesta es "respecto al promedio de escenarios posibles de los precios de bonos y comparándolo con otras inversiones". Para lo cual necesito escenarios posibles y alternativas de inversión. Como no los tengo, los reemplazo con incertidumbre.
Pero no tener escenarios futuros ni alternativas de inversión no importa mientras los bonos los creí indudablemente baratos. Que sea "indudable" es seguro un error. Pero yo no me preocupo cuando estoy equivocado, sino cuando no sé si estoy equivocado.
En mi caso, si los precios subieran mucho, vendería mis bonos sin creerme equivocado, pues no les podría imaginar mejor escenario. Aún así no habría resuelto el problema de las alternativas de inversión. Por eso me gustaba creer que iba a largo plazo. Cuando los bonos subieran, ya vería.
Bueno, los bonos subieron. Y hace tiempo que mi plazo no lo mido en tiempo, sino en tasa / riesgo.
Además del lema de comprar barato y vender caro, Tux introdujo aquí otra obviedad. Y llamo obviedad a una idea que, DESPUÉS de conocerla, me parece simple, útil y conveniente.
La novedad de entonces y obviedad de ahora es lo de las TIR objetivo, esa tasa que a cierta fecha corresponde a un cierto precio al que deberíamos vender. Nuestro objetivo de precio a través de una tasa que supuestamente uno tiene que fijar y respetar. La tasa a la que, si no tengo otras opciones, prefiero estar líquido.
(Digresión: lo de TIR objetivo es un concepto-muleta de Keynes para explicar otro concepto, la preferencia de liquidez. Gracias a Tux, otra vez más, redescubrí a Keynes, que es un clásico: cada vez que lo leo o releo le encuentro placer y novedad).
Pensando desde entonces en esto de la TIR objetivo, ajusté ese concepto a mi simplicidad bonística. Por ejemplo:
1. No todos los bonos pueden alcanzar la misma TIR.
2. La TIR debe ser una tasa real (si la inflación esperada y/o el tipo de cambio esperado varían, esa TIR objetivo también debe variar).
3. Es arbitrario proponerse un límite igual para toda la cartera, tipo "a TIR de 9% vendo todo, pero a TIR de 9,05% no vendo nada".
El punto 1. me lleva a que la diferencia de TIRs entre provinciales y nacionales, y entre bonos de legislación local y extranjera, crece con el tiempo. Aunque no es lo mismo medir en años de duration que en años de PPV, lo simple es que si el riesgo local disminuye también lo harán esas diferencias.
El punto 2. me lleva a agrupar los bonos por cláusulas de ajuste y divisas. Un tipo de cambio real decreciente lleva a que las curvas de bonos cambién su altura y también la curvatura del tramo corto, poco más de dos años de DM en la breve Argentina.
El punto 3. me lleva a suponer una TIR promedio del mercado y a ir vendiendo bonos al ritmo que alcance ciertas TIRs prefijadas. Por ejemplo, si solo existiera el RO15: a TIR de 15% compro todo, a TIR de 9% vendo todo. En los porcentajes intermedios vendo parte.
Hoy no vendí ni compré bonos, pero con lo que había vendido en la semana compré acciones del Panel General. Esto es como un entrenamiento para no seguir limitado a lo que entiendo apenas -las formas de valuar los títulos públicos locales- y pasar a entender otros valores de otros mercados para evitar que mi única alternativa financiera sea la liquidez.