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El mercado inmobiliario de Estados Unidos, uno de los sectores clave en la recuperación del país, se mueve a bandazos. Si hace justo un mes se hablaba de doble recesión tras una caída del 5,5% del precio en el primer trimestre, hoy asoman verdaderos brotes verdes. El índice de ventas pendientes de casas de la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces de EEUU, el indicador más importante del sector, se disparó en mayo un 8,2% tras haber registrado una caída del 11,3% el mes anterior, con lo que adelanta una posible recuperación del ladrillo.
La importancia de este índice reside en el hecho de que sirve como dato adelantado del comportamiento que va a tener el sector en los siguientes dos meses, en tanto que el indicador se basa en el número de contratos de compraventa firmados sobre inmuebles y que están a la espera de la aprobación final de la hipoteca. De esta manera, el índice ha crecido un 13,4% desde mayo de 2010 firmando su primer incremento interanual en los últimos trece meses. Una mejora que, a juicio de Lawrence Yun, economista jefe de la NAR, es un buen augurio para los precios de la vivienda.esto es el verde chee
“La absorción del inventario es la clave para la mejora de los precios y este sólido avance en la firma de contratos implica que el valor de las casas en muchas localidades está estabilizándose o pronto lo hará”, ha asegurado Yun a través de un comunicado. Así mismo, el economista resalta que “Algunos mercados ya han experimentado una rápida recuperación, pasando de una actividad suave en la firma de contratos a un incremento superior al 30% respecto al año pasado en áreas como Hartford, Connecticut, Indianápolis, Mineápolis, Houston y Seatte”.
El informe, además, coincide con el dato sobre el precio de la vivienda de S&P/Case-Shiller que muestra un repunte del 0,7% en el mes de abril y la primera subida en ocho meses para las veinte mayores áreas metropolitanas del país. De esta manera, hay lugar para cierto optimismo en pleno aumento de la amenaza de una nueva recesión para la economía de Estados Unidos. Y es que aunque todas las miradas están puestas en la crisis de deuda europea, al otro lado del Atlántico no atraviesan buenos momentos.
De hecho, el desempleo continúa siendo el mayor problema para Estados Unidos, que no consigue enderezar su mercado laboral. En este sentido, Yun advirtió que la creación de empleo es necesaria para asegurar una recuperación sólida de la vivienda en particular y de la economía en general. Los expertos temen que la ralentización de la recuperación del país sea algo más que un mero bache en el proceso y EEUU se encuentre ante un retroceso más grave. Precisamente hoy se acaban las medidas de ‘quantitive easing’ puestas en marcha por la Reserva Federal para reflotar la economía y desde varios frentes se está alertando de la posibilidad de que el país no sea capaz de seguir avanzando por su propio pie