Mensajepor Josef » Lun Dic 03, 2012 6:23 pm
"El PBI estará plano todo el 2012 y en baja durante el primer trimestre de 2013. Será necesario llegar al segundo trimestre a cualquier costo", se alarma el consultor financiero Salvador Di Stefano.
En su visión, a la espera de que lleguen los dólares de la exportación agrícola, el Gobierno deberá enfrentar grandes necesidades de financiamiento, que suelen intensificarse sobre finales de año.
En definitiva, prevé un nuevo empujón en la emisión de dinero.
También el economista Tomás Bulat advierte: "Un nuevo problema se avecina, se llama verano".
Y destaca dos posibles frentes de conflicto, uno por una eventual escapada del dólar blue, otro por la presión sobre un agobiado sistema energético.
Otras voces han salido a alertar por cómo se ha disparado el índice de riesgo país desde que se agravaron los problemas de Argentina con los llamados "fondos buitre", más allá de la leve mejora de los últimos días.
Diciembre se escribe con "M" de maquinita
En lo que se refiere al frente externo será necesario juntar dinero para afrontar los siguientes compromisos:
El 15 de diciembre se cancelará en dólares el cupón PBI, un pago ligado al crecimiento del país (el de 2011) que, paradójicamente, hoy muestra una fuerte desaceleración de la economía.
Además se suma otro factor estacional, como es la salida de argentinos que van a pasar sus vacaciones en otros países. Cada vez son más, y eso hace que se requiera de una mayor cantidad de billetes verdes para darles. Justo en un momento en el que se necesita ser más "amarrete" que nunca.
"El Gobierno hizo un gran esfuerzo para acumular dólares en los últimos meses, previendo las deudas de diciembre", afirma Gastón Rossi, director de LCG, la consultora que codirige con el ex ministro de Economía Martín Lousteau.
En "casa", las cosas tampoco lucen demasiado tranquilas. Sucede que, a fin de año, suelen haber más necesidades de gasto fiscal, por motivos estacionales.
Por ello, en un 2012 en el que la recaudación no es de las mejores, puede que la estrategia oficial sea la de cortar la actual moderación monetaria y retomar la impresión de billetes.
Carlos Melconian, un economista al que suelen escuchar con atención los empresarios, cree que "hacia delante se consolidará el uso de la ‘maquinita' para cubrir las cuentas del Gobierno".
En general, los analistas prefieren hacer cálculos de corto plazo, señalando que, de cara a las próximas semanas, hay factores estacionales que agregan aun más presión a la economía.
Además de los mencionados, otra "cuestión de peso" es el pago de aguinaldos y de vacaciones a los empleados públicos en diciembre, unas tres millones de personas.
Los analistas dan por descontado que se recurrirá a un mayor financiamiento del Banco Central.
Así las cosas, en lo que resta del año, la "maquinita" de fabricar pesos funcionará a su máxima capacidad. Lo paradójico es que puede ser el único "fierro industrial" que se conserve caliente, si la actividad no reacciona.
Las estimaciones dan cuenta de que en diciembre se imprimirán unos $20.000 millones, que se sumarán a los casi $50.000 millones "fabricados" de enero a noviembre.
En buen romance, la sola emisión en el mes de las fiestas sería del 40% del total emitido en los 11 meses previos.
La mirada atenta en el blue
En este contexto de "lluvia de pesos" no son pocos los analistas que advierten una cuestión de por sí peligrosa: que parte de ese caudal "drene" al dólar paralelo e impulse su cotización.
De hecho ya sucedió en julio cuando, por el efecto aguinaldo y la mayor demanda por vacaciones de invierno, su precio se disparó a casi siete pesos.
"El blue está barato en los valores actuales, si se tiene en cuenta que hacia fin de año puede aumentar, producto de un excedente de moneda local que se oriente al circuito marginal", razona Di Stefano.
El "efecto vacaciones" es otro gran factor que le pone una presión extra a las arcas del Banco Central, porque acelera la "fuga" de dólares.
Son muchos los argentinos que viajarán al exterior en los próximos meses. Según datos del Banco Central, la salida de divisas por efecto del turismo se viene incrementando desde principios de año.
De enero a septiembre se contabilizaron unos u$s3.000 millones. Y aún falta el trimestre de más movimiento turístico.
Claro que, además de los dólares que el Central les paga a las aerolíneas y a las agencias de turismo, hay que agregar otra cuestión: la mayor demanda de argentinos en el mercado paralelo.
Esta es una preocupación que no pasa inadvertida en el Gobierno.
"En el mercado hasta dicen que estaría evaluando inyectar algunos dólares extra para evitar una mayor presión sobre el blue", señala Fausto Spotorno, director de Research del Estudio Ferreres.
Así las cosas, en la city ya dan por descontado que diciembre será un mes realmente movidito, lleno de sorpresas y tensiones en torno al dólar.
Por lo pronto, el calendario muestra dos fechas de pago, algo que incluso podría haber sido peor si no fuera por el "oxígeno" que la justicia estadounidense otorgó en la pulseada con los fondos buitres.
Como resultado, las consultoras ya ajustaron a la baja la cantidad de reservas con las que contará el país para el 31 de diciembre.
Jorge Todesca, titular de Finsoport, prevé "una caída del orden de los u$s3.800 millones".