Primero se lo quiso "ningunear". No existía; si existía, era marginal; y si no era marginal, era ilegal.
Pero la estrategia de ignorar al dólar blue como una variable relevante de la economía quedó rápidamente desacreditada.
Su influencia fue notoria, en algunos casos para mal, como se probó con el desplome del mercado inmobiliario; en otros, motivando un boom de ventas, al abaratar la compra de automotores y los viajes al exterior.
Cuando fue imposible ignorarlo, se lo quiso "domesticar", primero con sugerencias públicas sobre cuánto debería valer, luego con la ayuda de "manos amigas" del mercado financiero y finalmente con amenazas.
Al no funcionar nada de esto, se probó con la intervención directa del Estado, al favorecer la existencia del "dólar bolsa" y mantenerlo en un nivel de bajo mediante la venta de títulos dolarizados de la cartera de la Anses.
Pero el blue sigue ganándoles la pulseada a los funcionarios, porque no sólo "se empeña" en seguir existiendo y en cotizar a valores muy diferentes a los que los que la administración K pretende. Además, tiene otra rebeldía: desmiente de manera contundente las explicaciones oficiales sobre su comportamiento.
Primero, Guillermo Moreno, fiel a su apego por las teorías conspirativas, consideraba que los cambistas de la city eran los que le ponían el precio.
Luego, Mercedes Marcó del Pont atribuía la suba a motivos estacionales, como la demanda del turismo en el verano.
Axel Kicillof, por su parte, centró sus esfuerzos argumentativos en rechazar el criterio de la convertibilidad, por el cual el valor del dólar tenga que ser, necesariamente, el que surja de dividir la base monetaria sobre las reservas del Banco Central.
Lo cierto es que el blue demostró, en reiteradas veces, que ni el precio era pasible de ser controlado mediante "aprietes" a los cambistas, ni que todo se acotará solamente a la alta demanda del turismo.
Y, últimamente, la realidad parece estar dándoles la razón a quienes argumentan que la cotización del dólar paralelo siempre tenderá a reflejar el "tipo de cambio de convertibilidad".
Lo curioso es que en este punto los economistas habitualmente críticos del Gobierno coinciden con Kicillof: una gran mayoría cree que no hay motivos por los cuales el Banco Central tenga que respaldar con reservas el 100% del dinero circulante.
De hecho, es una práctica ya abandonada por todos los países y es extraño encontrar semejantes niveles de cobertura.
En todo caso, quienes no comulgan con el "modelo K" argumentan que la relación reservas/base monetaria debe ser, en el caso argentino, más alta que lo que se considera "normal" en el resto del mundo, como consecuencia del historial de inestabilidad monetaria del país.
Tasas para abajo, dólar para arriba.....
¿Un blue a más de $15 es posible?
El desdoblamiento vuelve al debate
Sigue:
http://www.iprofesional.com/notas/18795 ... age_y=2577

Hoy
Compra entre 11.46 /11.56 Venta entre: 11.96 /12.16