Sturzenegger: la Argentina crecerá apenas un 3% en 2012
«La apreciación cambiaria y la inflación son los principales problemas sin solucionar; y por las medidas tomadas, pareciera que se van a profundizar», advirtió Federico Sturzenegger. El presidente del Banco Ciudad habló ayer ante este diario en el marco del Congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas que se realiza en Puerto Iguazú; y se refirió a la presión del real sobre el peso y a la dura tarea que le toca al Banco Central para sostener la moneda local.
Según el economista, el crecimiento para el año próximo será de apenas un 3%.
Las principales declaraciones de Sturzenegger a este diario fueron las siguientes.
Periodista: ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la economía en esta última parte del año?
Federico Sturzenegger: La fuerte apreciación real, con una inflación del 20% y un tipo de cambio que el año pasado se movía al 4% y este año por lo menos será el doble. El Gobierno aceleró fuertemente la tasa de apreciación después de las elecciones primarias. Era algo que el Gobierno pensaba hacer después de octubre, pero el resultado de agosto en las primarias fue tan fuerte que me parece que se sintió cómodo para intentarlo. Lo de Brasil lo hace más perentorio. El dólar planchado también sostiene las tasas pasivas bajas en el sector financiero. Brasil pone más tensión en ese dilema que tiene la Argentina hoy sobre la apreciación.
P.: No es fácil lo que viene para el Banco Central.
F.S.: Para el año que viene pronosticamos 10 puntos más de apreciación real, una inflación del 25% y un 5% de depreciación, que no se puede mantener. Eso te va a dar un salto en la tasa de interés y te va a generar desaceleración de la economía. Eso ya lo está asumiendo el presupuesto que tiene un 5% de crecimiento. Nosotros, desquitando el arrastre estadístico, estamos previendo un crecimiento del 3%. Es menos de la mitad de este año. Lo que hace el BCRA es tratar de llevarlo de una manera menos violenta. Lo complejo de estabilizar el dólar totalmente, si la inflación no mengua, es que va a requerir ajustes más violentos más adelante. Con una inflación tan alta no da espacio para quedarte tan quietito con el tipo de cambio.
P.: Usted dijo que el otro gran problema era la inflación. ¿Ve alguna actitud en el Gobierno a la hora de enfrentarla?
F.S.: Hoy existe una tasa de emisión monetaria que justifica una inflación mucho más fuerte que la que hay hoy, lo que es bastante preocupante. El Gobierno después de las elecciones de agosto dio la señal de que va a acomodar las variables macro a esta inflación. Estoy seguro, electoralmente, entonces trato de acomodar el tipo de cambio, razonaron. La Argentina tiene tasa de interés real negativa fortísima. La depreciación de Brasil y lo que pueda pasar con el euro te dan menos margen en esa variable que ya estaba con un proceso que preocupa. Si este escenario continúa, vamos a llegar a 2012 mucho más ajustados que ahora en competitividad.
P.: ¿Cómo ve las críticas del Gobierno a las calificadoras?
F.S.: Es una cosa un poco paradójica. Por un lado hay un stock de deuda en porcentaje del PBI que implicaría una nota más alta, ya que es apenas un 18%. El problema es que la Argentina es el único caso de un país que defoltea yéndole bien. La Argentina empezó en 2007 a defoltear la deuda en CER truchando el INDEC, en medio de un boom económico. Este Gobierno demostró que no tiene voluntad de pago. Esto genera que nadie le quiera prestar y te den esta nota.
P.: ¿Está de acuerdo con las comparaciones entre la situación de Grecia y la Argentina en 2001?
F.S.: Es tal la similitud que el último paquete ya tuvo una quita de 20 puntos. Se emitió deuda a una tasa menor que la de mercado y se tradujo en esa quita. Es casi lo mismo que hizo la Argentina en 2001 con el canje. No hay forma de que sea suficiente. Además los griegos ya dijeron que no quieren pagar la deuda. Por eso hay que destacar hoy la gran diferencia entre Europa y Estados Unidos.
P.: Desde el Ciudad, ¿cambiarían o eliminarían la tasa fija a 20 años?
F.S.: Si se consolida una situación de alta inflación y crecimiento de la tasa pasiva, dejaríamos la tasa fija de 20 años sólo para ciertos casos, como el social. El problema es que cuando se coloca una tasa fija, se piensa en una cuota que se licúa con la inflación.
Entrevista de Ignacio Ros