Ultima parte de una nota de Cacha hoy...
En el medio del tsunami de emisión monetaria, el BCRA flaquea con las reservas, por eso las nuevas restricciones a las importaciones. De acuerdo a los últimos datos disponibles de reservas al momento de redactar esta columna, las reservas líquidas del BCRA suman US$ 370 millones. Sin embargo, en diciembre vencen otros US$ 1.892 millones con el FMI, con lo cual habrá que restarles a las reservas brutas ese importe en DEG. Mi estimación es que a fin de año quedarían reservas líquidas negativas. Es decir, si el BCRA usara reservas, estaría usando dólares que no son de su propiedad.
De ahí que es de prever que la economía vuelva a estancarse ante la falta de dólares para poder importar insumos. En particular, la industria automotriz ya está teniendo serios problemas en su línea de producción y hay problemas de entrega en unidades vendidas. Hay fábricas automotrices que este mes trabajan la mitad de los días.
Pero como frutilla del postre, la deuda del BCRA, que es el gasto cuasifiscal, sigue creciendo. La deuda en LELIQ y PASES ya supera los $ 4,2 billones. Si uno lo relaciona con la base monetaria (circulante + encajes bancarios) la deuda del BCRA equivale al 140% de la base monetaria o, si se prefiere, es un 40% mayor a la base monetaria.
¿Qué importancia tiene este dato? Que esa deuda del BCRA es con los bancos y los bancos compran esa deuda con los depósitos de la gente. En caso de corrida financiera, el BCRA tiene una deuda monumental con los bancos y estos con los depositantes que puede terminar en un plan Bonex o en una hiperinflación.
En síntesis, se hace muy difícil imaginar una transición económica ordenada durante dos años más de mandato de un presidente que ya no tiene credibilidad, sin reservas en el BCRA y con las variables económicas totalmente descontroladas.
Y agrego al final: FIN.