Mensajepor Chulete » Mié Oct 10, 2018 1:47 pm
Francisco Parames es para muchos uno de los mejores gestores de fondos de Europa. Escribió un libro muy interesante "Invirtiendo en el largo plazo" donde cuenta su filosofia de inversión y analiza casos concretos. Uno de los que mas me gustó es su enfoque para invertir en BMW durante 4 años, entre 2007-2011.
En varios topicos leo a ciertos foristas decir que cada baja es empome y parecieran desconocer ciertos aspectos importantes a la hora de invertir a largo plazo. Desde el sentido comun, si una empresa te gusta en 20 dolares, si sus fundamentos no tienen demasiados cambios, en 10 dolares te tendria que gustar mas, no? En 5 ni hablar.
Para el que le interese esa filosofia de inversión, comparto un extracto de esa historia comentada por Parames sobre el caso de inversión en BMW. Por supuesto que son empresas muy diferentes, en mercados distintos y en sectores distintos. Pero la filosofia de inversión es la misma: buscar empresas con buen management, con ventajas competitivas a largo plazo y que coticen muy por debajo de su posible valor. Y si a lo largo del tiempo podes ir mejorando esos precios de compra, mucho mejor.
Inversión en BMW
Primera compra la realizamos en la primavera de 2005, acciones comunes a 35 euros, representando un 0,7 por ciento de la cartera internacional. Compramos las comunes porque el descuento de las preferentes no era demasiado grande, un 10 por ciento.
En el segundo semestre de 2007, con el comienzo de la crisis financiera comenzamos a comprar acciones preferentes, que habían sufrido una caída más fuerte que las comunes y cotizaban de nuevo cerca de 35 euros, con un descuento del 15 por ciento respecto de las comunes. Compramos un 4 por ciento de la cartera.
En 2008 y comienzos de 2009 aprovechamos la debacle financiera, que situó las acciones preferentes en un mínimo de 11,05 euros por acción, e incrementamos la posición hasta el 9 por ciento de la cartera, cerca del máximo legal permitido, y situando el precio medio de compra en 20 euros por acción.
En ese momento la capitalización de la compañía era de 7.000 millones de euros, y teniendo en cuenta que la liquidez de la actividad industrial y el valor contable de la actividad financiera superaban esa cantidad, la compañía estaba efectivamente regalada, como indicamos en nuestra presentación pública de marzo de 2009. Recordemos, por otra
parte, que la compañía tuvo una generación de caja positiva en esos dos años, es decir, en la peor crisis de las últimas décadas aumentó su tesorería.
En las compañías cíclicas es imprescindible aprovechar los movimientos en las cotizaciones que genera el ciclo. Nosotros compramos durante toda la caída, aumentando el tamaño de la posición constantemente y mejorando cada día el precio medio de compra. No sabíamos qué día se produciría el mínimo de cotización, pero sabíamos que ese día estaríamos comprando, como así fue.
En 2009 la acción, donde ya sólo teníamos preferentes, dobló su cotización, cerrando a 23 euros. Durante todo el año fuimos vendiendo acciones para no exceder el límite legal y para reducir la exposición, que al final del ejercicio se situó en el 7,78 por ciento de la cartera global.
En 2010 la acción volvió a prácticamente doblar, cerrando a 38,50. Continuamos vendiendo, pero mantuvimos el peso cerca del 9 por ciento de la cartera durante bastante tiempo. A finales de 2013 redujimos la posición al 7,58 por ciento, pues cerró este año en 62,09 euros.
Es decir, en nueve años (desde nuestra primera compra) la acción se había revalorizado un 75 por ciento, una cifra superior al mercado, pero lo que es más relevante es que, gracias a no cejar en esas compras durante las caídas, redujimos el precio medio de compra y conseguimos triplicar nuestra inversión, desde 20 a 62 euros (más 11,87 euros
en dividendos, cantidad no despreciable, pues supone el 60 por ciento de la inversión inicial). No nos esperábamos la fuerte caída de los mercados en 2008, pero gracias a Lehman Brothers, lo que debería haber sido una rentabilidad razonable, un 75 por ciento en nueve años, se convirtió en una extraordinaria. Como dicen algunos políticos perversos, no hay que dejar pasar una buena crisis sin aprovecharla.
Las causas de ese buen comportamiento bursátil hay que buscarlas en el excelente comportamiento de la empresa. En 2005 vendió 1,33 millones de automóviles; en 2013, 1,96 millones. En 2005 obtuvo un beneficio neto de 2,2 billones de euros; en 2013, 5,34 billones de euros. Por último, en 2005 obtuvo 4,4 euros de beneficio por acción; en 2013,
8,10 euros. Somos inversores value, pero no despreciamos el crecimiento cuando el mercado no nos obliga a pagar por él.
Podemos concluir indicando que nuestra inversión en BMW durante el periodo 2005-2009 es un caso típico de inversión value acertada. Aquí brillan con especial claridad todas las virtudes del «método»:
1. Precio cotización absurdo frente a una valoración correcta. Marzo de 2009: Precio: 11 €. Valoración: 100 €.
2. El Señor Mercado actúa de forma irracional en plena crisis. Deprimido, en tiempos de máxima volatilidad, no discrimina entre compañías y arrasa con todo sin sentido. Trata a BMW como un banco o una inmobiliaria, penalizando desproporcionadamente su cotización.
3. El Señor Mercado es ineficiente a Corto Plazo (Precio 2009: 11 €) y eficiente a largo plazo (Precio 2015: 70 €).
4. La mezcla necesaria de capacidad y factores de personalidad del inversor value dan un buen resultado. El estudio a fondo de la empresa para llegar a una correcta valoración (100 €); la convicción y el coraje para hacer lo contrario a todos (comprar cuando todos venden); sostener la convicción en el tiempo (comprar más cuanto más baja, hasta el máximo legal); y, por último, la paciencia (4-5 años de espera).
5. Una valoración correcta es la clave de todo. Estudiamos empresas y sólo después miramos su precio de cotización. Si el estudio de la empresa es el adecuado y la valoración es correcta, con paciencia la inversión será rentable. El tiempo juega a nuestro favor.
6. BMW es el tipo de compañía ideal para un inversor value: compañía sólida; familiar; con caja; sin deuda; con marca; con un cierto consumo cíclico; perdurable; con posibilidades de crecimiento natural (China); concentrada en lo suyo; y en 2009: ¡¡¡baratísima!!!.
7. Todo esto acaba en un resultado extraordinario: Beneficio de un 300% en 4 años.
Precio mínimo 2009: 11 €
Precio medio compra 2009-11: 20 €
Precio Venta 2014: 60 €
Como le hubiera ido a Parames si se hubiera sentido "empomado" al ver la acción bajar de precio pero no de valor? Cual hubiera sido la performance del fondo si vendia en lugar de mejorar su PPC cuando el mercado se lo regalaba?
Como escribir es gratis, probablemente ciertos personajes de estos foros le van a dar catedra a Parames sobre como invertir en lugar de empomarse. Asi somos. Saludos y buenas inversiones.