RINCIPIO DE ACUERDO ENTRE GOBIERNO Y OPOSICIÓN NO FRENA RECHAZO A MARCÓ DEL PONT
Gobierno negocia ya la Bicameral y el canje de DNU por Presupuesto
Por: Rubén Rabanal
Miguel Pichetto, Gerardo Morales, José Pampuro
La violencia política desatada por la crisis de los DNU para el pago de deuda entre el Gobierno y la oposición amenazaba ya con exceder cualquier límite racional. Como suele suceder, antes que el conflicto pegara otro giro sin retorno, tanto el kirchnerismo como los radicales y el peronismo disidente entendieron que en estos casos gana sólo quien para la pelota. El miedo al hartazgo popular frente a una pelea que penduló desde el insulto institucional de Cristina de Kirchner a la Asamblea Legislativa al iniciar el período de sesiones ordinarias comunicando la firma de un DNU, hasta la sentencia jacobina de los opositores de firmar el rechazo al acuerdo de Mercedes Marcó del Pont sin escucharla, finalmente pudo más. Así se inició una negociación para pacificar el Senado y comenzar a hablar, en privado y sin cámaras de TV mediante, de una posible ley que reemplace el DNU del Fondo de Desendeudamiento que, además de estar congelado en la Justicia, ya tiene fecha de muerte en el Congreso.
Los encargados de poner un primer freno (tímido y que aún no garantiza nada, pero freno al fin) no fueron ninguno de los protagonistas que aparecieron en estos días ofreciendo puentes para negociar. Ayer, Miguel Pichetto se corrió hasta el bloque radical del Senado, y se encerró a solas con el jujeño Gerardo Morales para empezar a hilvanar un acuerdo que recién podría verse completado la semana próxima, si es que los Kirchner no cambian de opinión otra vez después de haber conseguido un descanso a una crisis que todavía los amenaza con prohibirles el uso de las reservas sin que nada puedan hacer para evitarlo. Por ahora no parece ser el caso: Pichetto cuenta para estas conversaciones con el aval de Cristina de Kirchner y el acuerdo del resto del kirchnerismo en el Congreso.
Así, el jefe de los senadores oficialistas llegó a ese encuentro tras una reunión previa en las oficinas de Eduardo Fellner, donde se acordó que él sería el único interlocutor válido ante la oposición (ver nota aparte). Se terminaron así las especulaciones sobre la representación que tendría José Pampuro para ofrecer alternativas.
En el despacho del jujeño se tejió entonces el primer entendimiento en meses entre oficialismo y oposición. Juntos acordaron:
No bloquear el funcionamiento de la Bicameral de Trámite Legislativo. Esa comisión quedará con ocho miembros por el oficialismo y ocho por la oposición, pero ésta se quedará con la presidencia. De esa forma, se da marcha atrás con la decisión que la UCR y el PJ disidente habían tomado en el recinto al lograr el control del Senado por la que la oposición se quedaba con diez miembros en esa Bicameral, entre diputados y senadores.
Así, la oposición controla la comisión (el presidente tiene el voto para desempate), pero el Gobierno, por ahora, se queda con el quórum. En realidad, en este punto habría una cesión mas: la Casa Rosada podría habilitar que se modifique el reglamento estableciendo un porcentaje diferente para reunir el quórum, pero ese punto aún está en veremos. El Gobierno promete, además, dar quórum en la próxima reunión.
El Gobierno le pidió especialmente al radical Morales que moderara los modales en el trámite del acuerdo a Marcó del Pont. No habrá vuelta atrás con el dictamen de la Comisión de Acuerdos que ya dispuso rechazar su acuerdo como presidenta del BCRA, pero se la recibirá esta semana para escuchar su informe, tal como pidió la funcionaria. (Ver nota aparte.)
Pero quizá el tramo más importante del diálogo entre Morales y Pichetto ayer fue sobre el futuro del DNU, por lo menos para el Gobierno, que no encuentra la forma de impedir que el Congreso se lo rechace. Ayer, los dos jefes de bloque decidieron respetar los plazos parlamentarios para tratarlos. Esto significa esperar a que ingrese la comunicación del segundo DNU que firmó Cristina de Kirchner para disponer la transferencia de las reservas a las cuentas del Tesoro en el Fondo de Desendeudamiento. El Gobierno tiene 10 días para enviar el decreto al Congreso y decidió tomárselos íntegros, lo que exasperó los ánimos de la oposición.
El acuerdo de ayer le da, entonces, 10 días más de aire a la Casa Rosada, plazo que demandará el trámite en la Bicameral y el recinto para rechazar el DNU la semana próxima.
Finalmente, y por primera vez, comenzaron a acercarse posiciones en torno a una modificación al Presupuesto nacional 2010 que incorpore todos los pagos e ingresos que no están contemplados en la ley, como el ingreso universal a la niñez, y también el saldo real y preciso de la cantidad de reservas que sería necesario utilizar para cancelar el programa de deuda de este año. Además, exigen que evalúen nuevamente los dividendos del Central disponibles para ajustar también por esa vía el saldo definitivo de reservas para utilizar para pagar deuda.
Desde la UCR se ofreció ayer una suerte de derogación simultánea del DNU contra la votación de la ley, pero exigen que se identifique cuáles son los compromisos de deuda para este año y, dentro de ese monto, cuántos corresponden a pagos dentro del Estado, como la cancelación de los bonos que están en poder de la ANSES.


