Mensajepor gabituns » Vie Abr 22, 2011 10:14 pm
El día en que la Anses se negó a cobrar dividendos
Detalles de la reunión en la que el organismo se opuso al reparto
Jueves 21 de abril de 2011 | Publicado en edición impresa
Adrián Ventura
LA NACION
La Anses reclama que las empresas privadas repartan dividendos. Anteayer, en un discurso público, la presidenta Cristina Kirchner afirmó que ese dinero "es de los trabajadores". Pero, curiosamente, el viernes pasado, el organismo previsional votó en contra de la decisión de Siderar de distribuir una suma inusualmente alta de $ 1511 millones, una parte de los cuales hubieran pasado a la Anses.
La asamblea de accionistas de Siderar había comenzado a las 12.05 de ese día. Transcurría en un edificio de la zona de Retiro, frente a nueve directores, otros tantos suplentes y representantes de la Bolsa de Comercio y de la Comisión Nacional de Valores. También asistía la representante del accionista Anses, Pérez Van Morlegan; su asesor Ricardo Nissen, estratega del ataque contra la empresa, y varios colaboradores del organismo. Los testigos coinciden al detalle en el relato de los hechos.
El punto 6° del orden del día estipulaba que se pagaría un dividendo de $ 403 millones. Los hechos aquí relatados ocurrieron aproximadamente a las 14, antes de que se tratase el punto 7°, sobre la elección de los nuevos directores, el asunto más ríspido que perseguía el DNU 441, dictado por la presidenta Cristina Kirchner dos días antes.
Pérez Van Morlegan, delegada de la Anses, votó en contra del reparto de esos dividendos. Fue entonces cuando Duelo Van Deusen, representante de Ternium Internacional España, dijo que se podía repartir un dividendo mayor, de 1511 millones, sin afectar la liquidez de la firma ni sus planes de negocios.
En cuanto esa información se filtró al recinto de la Bolsa, el precio de la acción de Siderar se disparó. El mercado asimilaba positivamente una distribución de dividendos inusualmente alta, que equivale al 85% del resultado del ejercicio, que fue de 1787 millones. La propuesta fue poner ese monto a disposición de los accionistas el 6 de mayo próximo.
Pero en ese momento, Van Morlegan preguntó cuál era el destino que se proponía para la reserva de futuros dividendos de $ 6455 millones. Este monto, en rigor, no se puede repartir -explican analistas de mercado-, porque se trata de activos, su distribución derrumbaría el precio de la acción de Siderar, podría arriesgar el plan de inversiones de la empresa y, además, podría ser leído como una decisión de desinvertir.
Entonces, se le explicó a la representante de la Anses que el tema ya había sido debatido en un punto anterior y que no podía volverse sobre éste. Pero Nissen, sentado a su lado, insistió.
Entonces, se le pidió a Van Morlegan que aclarase si ella mantenía su voto negativo, a lo que, ante el desconcierto de todos, respondió que la Anses se oponía a ese reparto.
"El Gobierno dice querer dividendos, pero ahora los rechazan. Sólo les interesa hostigar y hacer política", fue el comentario de dos de los presentes, inaudible para el resto.
Finalmente, la propuesta de Ternium Internacional España de pagar aquella alta suma fue aprobada por todos los presentes menos el representante oficial. Para evitarle perjuicios al organismo, la asamblea registró el cómputo del voto limitado y del voto ampliado (luego del DNU 441/11). En todos los casos, quedaba en absoluta minoría.
Un asesor de Van Morlegan salió del recinto y, cuando regresó -aparentemente luego de comunicar a su superior político lo ocurrido- recriminó a Van Morlegan lo que acabada de decidir. Esto, o tal vez la política, explica por qué la Comisión Nacional de Valores quiere anular esa asamblea de accionistas.
La Nacion