Aleboto escribió:Es cierto que las necsidades financieras para el año que viene son mayores, ya que vence el AM11 y hay pago de cupon PBI. Pero yo no seria tan pesimista con respecto al deficit fiscal de este año. En abril ya se vio una recuperacion del superavit primario, y segun lo que trascendio de la recaudacion, habria aumentado 40% anual. Si el gasto sigue creciendo como hasta ahora al 30%, cerrariamos el año con superavit primario, sin tener en cuenta tranferencias del BCRA y del FGS.
Sobre el año 2010 las proyecciones anualizadas de variaciones a/a de los primeros meses son incorrectas, pues los primeros meses de 2009 fueron los peores. Y Miguel Kiguel dice que
http://www.youtube.com/watch?v=Lg4Vqq9fkgU
Sobre las necesidades de financiamiento en 2011, por un lado están los vencimientos gruesos, de entre 1,5 y 2,1 MM USD (AM11 en abril, RG12 en agosto, TVP en diciembre). Habrá además un aumento del gasto por elecciones, inevitable en los sistemas de sufragio universal. Seguiremos viendo también el deterioro de la cuenta corriente: el saldo comercial disminuye a un ritmo mayor que el ratio (1+ inflación) / (1 + devaluación), pues este ratio es la variación esperada directa para importaciones e inversa para exportaciones.
También la partición de votos en tres partidos en primera vuelta electoral (kirchnerismo, peronismo disidente, panradicalismo) asegura un Congreso aún más atomizado que el actual. Y un gobierno débil no puede disminuir gastos y lograr acuerdos sectoriales -sin los cuales el intento de frenar la inflación pierde mucho sentido-. También le sería difícil cumplir las exigencias de los prestamos blandos del FMI, pero también le sería difícil prescindir de préstamos..
En todo lo malo hay algo bueno: estar descalificado para pedir créditos asegura la necesidad de seguir viviendo con lo nuestro, disminuye obligadamente la deuda pública inminente e impede el endeudamiento privado. Pero tarde o temprano el tipo de cambio nominal dejará de tener presión a la baja y la inversión pública, que sustituye con decreciente eficiencia marginal a la privada, requiere fondos de una caja cad vez más vacía.
Los desenlaces obvios son una devaluación obligada o un retorno a un endeudamiento externo (cosechas gigantescas, soja por las nubes y la prosperidad eterna de países de Asia y Sudamérica no son políticas económicas sino azares).
Este gobierno ha querido combinar menor devaluación con más endeudamiento. Pero está fracasando y no es claro que un débil gobierno venidero tendrá éxito donde éste no lo tiene.