¿Qué pasaría si Argentina formara parte del mercado de crédio internacional y viniera renovando deuda, año tras año, desde hace años? Seguro que, pese a que las tasas serían más bajas, habrían subido mucho, porque subió el riesgo. En ese imaginario caso, de estar invertidos en bonos habríamos perdido capital, además de haber venido cobrando rentas más bajas. Así que hubiera sido malo.
Pero si veo el dibujo de la ameba...
http://img255.imageshack.us/i/colocacio ... ierno.jpg/
...desde principios de 2007, coincidiendo con la intervención del INDEC pero no solo con eso, el país no puede colocar deuda a tasas razonables.
Pero si esta situacion, que es la real, es la opuesta de aquella imaginaria ¿cómo puede ser malo las dos veces?
Mosca77 y en parte Martín ven como malo la poca claridad de qué pasará en el corto plazo. Pero ¿en qué país esperan que los bonos paguen 10% en dólares a un año con el mismo riesgo local que ya conocemos?
Este riesgo es principalmente un deterioro del tipo de cambio real mientras no se avizora que califiquemos para un préstamo. Pero habiendo fondos de corto plazo (por DNU y por Ley, just in case) el corto plazo no es un problema de fundamentos, no es un problema de insolvencia. Esto, en los precios, es un problema de aversión al riesgo.
La idea de entrar y salir es buena también (en especial para los tiempistas). Creo que sería bueno sumarle a la lectura de noticias e índices la tabla y disciplina de Tux: a tal precio entro con 100, si baja con 150, si sube vendo.
Y, para no desaprovechar la tasa, que el "vendo" no sea a liquidez.
Tux va de PR13 a TVPPporque son los que los ve con mayor upside. Creo que el problema de ese par es que tienen volatilidad parecida y se mueven al unísono. La ventaja es que uno es pro-IPC y el otro es anti-IPC. Debe haber bonos menos correlacionados (AE14 no está correlacionado con ninguno, por lo que medí hace tiempo).
Por último, la economía real como alternativa por supuesto debería ser siempre la mejor. Pero si los mercados son anticipación, aún no anticipan (ni bonos ni acciones locales) un inmediato futuro venturoso.