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Estudio Bein & Asoc.
3 de febrero de 2010
Cisnes negros en la Calesita
Síntesis:
Desde nuestro último informe, algunos cisnes negros llegaron al lago, y si bien aletean provocando
un ruido mucho mayor al esperado, no alcanzan para levantar olas que afecten demasiado al
escenario macroeconómico planteado entonces para 2010 y 2011. En lo que hace al contexto
mundial, hay cada vez más evidencias de que la recuperación rápida de la economía que reflejan
las estadísticas del IV trimestre de 2009 en EE.UU. (5,7% de crecimiento trimestral anualizado),
está cediendo su lugar a algo mucho más parecido a la base de una U. La contrapartida de este
escenario es, en el mediano plazo, la confirmación de que las tasas de interés se mantendrán bajas
durante 2010 (no va a haber aumentos antes de las elecciones de medio término en USA, en
noviembre próximo). Aunque, en el corto plazo, el trade hacia el dólar en un mundo donde los
portafolios están muy invertidos en activos distintos a la divisa americana genera una
revalorización transitoria de esta última. La corrección en los precios de las acciones -que habían
pasado de largo a la recuperación de la economía- fue potenciada además, por los anuncios de
una reforma financiera en USA. En este contexto, se observa un ensanchamiento moderado en los
spreads de la deuda emergente, una devaluación de sus monedas y una caída en los precios de los
commodities. La desvalorización del Euro forma parte del mismo movimiento, que creemos
transitorio, en una Europa segmentada y con problemas fiscales graves en algunas de sus
economías (PIGS, Portugal, Italia, Grecia y España).
En teoría, la corrección del contexto mundial, no debería haber tenido prácticamente efecto sobre
una Argentina que, desde octubre, avanzaba rápidamente hacia la normalización de su situación
con los holdouts. Los enormes spreads de nuestra deuda daban lugar a un achicamiento en un
contexto menos bondadoso, especialmente para los países vecinos que cotizan con riesgos muy
pequeños y monedas apreciadas. Sin embargo, la capacidad de la política para reproducir cisnes
negros intentando chocar la calesita volvió a subestimarse. La saga en torno al BCRA y al uso de
reservas de “libre disponibilidad” para pagar la deuda generó un ruido enorme en el primer mes
del año, y si bien no logró arruinarlo (gracias a la fortaleza estructural del sector externo), terminó
por frenar el proceso de normalización financiera que se venía observando en los últimos meses.
Los modos y los tiempos con que el Gobierno intentó hacer uso de las reservas y una acción
política y judicial simétrica, terminaron generando el efecto inverso al objetivo perseguido cuando
se anunció la creación de un Fondo Contingente para pagar la deuda. Cabe recordar que, en un
primer momento, la reacción del mercado fue muy positiva: prácticamente no hubo impacto sobre
el mercado cambiario (donde dada la oferta de dólares del sector externo, el tipo de cambio de
mercado se ubica por encima del equilibrio), en tanto aumentaron los precios de los bonos y se
redujo la tasa de interés. La inconsistencia fiscal de mediano plazo lucía irrelevante en el corto por
la liquidez mundial y por la capacidad de hacer uso de cajas contingentes, en este caso las
Reservas, y como mencionáramos en el Informe pasado, el ajuste iba a ser la primer medida que
debería encarar la próxima gestión.
Ahora bien, aún cuando por un momento la discusión en torno al uso de las Reservas (adquiridas a
través de la emisión de pesos por el sector externo y no con superávit fiscal), parecía poner un
límite al crecimiento del Gasto, hoy esta situación parece haber vuelto a foja cero.
Las chances de
que el DNU no sea rechazado en el Senado son cada vez mayores en un contexto donde, al igual
que la Nación, las Provincias intentan seguir expandiendo. Así como en 2009, la política fiscal
debía actuar en forma contracíclica y de hecho lo hizo; en 2010 la tracción del Gasto ya no parece
necesaria. El impulso externo y las lluvias han puesto de nuevo al sector privado en
funcionamiento y seguir usando el Sector Público para apuntalar una economía en franco
crecimiento, comprometiendo más las cuentas fiscales, no parece prudente a mediano plazo. Claro
que la política sólo mira el corto plazo, y el BCRA será la caja contingente para financiarlo.
Resumiendo, el escenario de crecimiento con aceleración de la inflación sigue en pie: Nuestras
proyecciones PIB +5,1% e inflación en 18%/19%. El tipo de cambio seguirá funcionando como
ancla ($/US$4,13 a fines de 2010), en un contexto en que el Gobierno ha empezado por fin a
corregir las distorsiones en precios relativos en alimentos. La política de ingresos, es decir, el
modo en que se dirima la puja distributiva será el que defina el quantum de la aceleración.
3 de febrero de 2010
Le pido "disculpas" a los pesimistas pero yo intento casi siempre ser optimista (por eso suelo estar del lado de la compra y apuesto a un muy buen crecimiento en el 2010 lo que me hace que me haya decantado por invertir en cupones vinculados al crecimiento del pbi) y rescatar lo bueno aunque eso no significa que haya muchas cosas que no me gustan nada de este gobierno y, sin lugar a dudas, en las próximas elecciones voy a votar a la oposición o en blanco pero al Kirchnerismo de ninguna manera. Lo único que espero es que aparezca algún candidato potable en la oposición que por ahora no veo.....
Para mi Bein, más allá de sus aciertos en sus pronósticos, que son muchos, y algunos desaciertos, que no son tantos, es un economista que no representa ni al oficialismo ni a la oposición (gran parte de los economistas, en cada una de sus proyecciones, no suelen tener buenos porcentajes de aciertos no tanto por ineptitud sino porque detrás de sus pronósticos hay intereses que defender o rasgos ideológicos muy marcados que les hace perder equilibrio) y me siento muy identificado con su manera nada apocalítica de analizar la realidad macro económica y política del país.
Para gente como yo que suele ser optimista, en esencia, y que trata de ver el lado positivo a las cosas que suceden, sin perder nunca el sentido crítico, leer a Bein es un oasis en el desierto, ante tanto climax negativo, ya que, sin perder de vista los problemas obvios que tenemos en el presente y los que tendremos que afrontar en el futuro, nos demuestra, eso creo yo, que vamos a tener un año muy bueno respecto al crecimiento y que no vamos a sufrir ninguna crisis terminal porque no están dadas las condiciones para que eso suceda. Coincido con el piso de crecimiento que pronostica, porque es un hecho que está ocurriendo ahora mismo, y con el precio del dolar para fines del 2010 (no más de 4,2). Ese crecimiento de un 5,1% no contempla ningún acceso a los mercados de crédito. Según él si la Argentina normaliza su situación financiera (holdouts y club de París) se puede crecer hasta un 7/8% pero está poniendo un piso de 5,1% de crecimiento que es una muy buena noticia.