Shakespeare escribió:No soy psicólogo ni hago terapia tirado sobre un diván. La personalidad del quía siempre me pareció la de un Perverso, un tipo sacado. Sólo ama a su esposa e hijos. Desconfiado como mula tuerta. Tiene una personalidad enfermiza, resentida e influenciado por los encantos de Verbitski (otro tipo lleno de odio), no se conforma con vencer a sus enemigos (no conoce la palabra adversario) sino que además, necesita humillar. Es violento, cuando podría conseguir cosas sin necesidad del encarnizamiento. Por eso cosechó tantos enemigos y por eso, terminará peor que Menem recorriendo juzgados cuando se aleje del poder.
Esta idea ya la publiqué (creo que en otro foro) pero para el tema es vigente:
La tendencia generalizada e injustificada a interpretar las acciones de las personas como deliberadamente malintencionadas, implica un trastorno paranoide de la personalidad. En el fondo hay un comportamiento de agresor y víctima,siendo en este caso la víctima la sociedad civil. El matrimonio agresor culpará siempre a la víctima de la agresión. La justificación es que buscan protegerse de lo que ellos perciben como peligrosa influencia del grupo perseguido, como puede ser la prensa libre, las personas que defienden independencia de criterios o el imperio de la ley. Confrontados, negarán los hechos y aunque se los demuestren, son incapaces de reconocer nada. Ellos están libres de culpa y así pretenden hacérselo ver a todos, pues el fin justifica los medios.-