Disculpen la disgresión, pero quiero subir un documento de ADAPD cuya lectura no tiene despedicio para aquellos pocos que todavía tienen en su cabeza el país de prosperidad y grandeza que asombró al mundo desde 1880 hasta 1929, algo así como el "orden y progreso" que en Brasil está grabado en la bandera y en la inmensa mayoría de las voluntades de los brasileros de todas las clases, razón por la cual el gran "mecánico" Lula Da Silva, socialista de los trabajadores, lo sigue llevando por ese camino mientras nosotros transitamos el de la transfugueada barata y el del palabrerio empobrecedor.
Informe ADAPD - ¿Quiénes son los buitres? – 28 de enero de 2010
Como representantes de tenedores individuales de bonos en default de la República Argentina, asistimos con suma preocupación a la sucesión de hechos de permanente incumplimiento, de conflictos de intereses sectoriales, y sobre todo de inseguridad jurídica que reinan en nuestro país. Los sucesos se asemejan cada vez más a una competencia sobre cuál sería el mejor método posible para no pagar las deudas, porque se ha perdido el concepto del estado de derecho y las instituciones; pareciera que estamos viviendo un conjunto de situaciones con carencia de normas sociales o su degradación.
Quisiéramos tratar de explicar en términos sencillos la confusión generada por diversos comentarios públicos, en los cuales se buscan chivos expiatorios como la base de todos nuestros males, pero que poco tienen que ver con la generación y continuidad de una crisis permanente, cuyas raíces radican en la cultura del incumplimiento irresponsable de los compromisos asumidos, buscando beneficios corporativos de corto plazo, sin comprender o simplemente ignorando las consecuencias negativas que estas conductas conllevan para el bienestar del país en su conjunto.
En búsqueda de aclarar confusiones nos gustaría compartir conceptos básicos sobre la situación particular del nuevo canje, del denominado Fondo del Bicentenario, del uso de las reservas del Banco Central, etc.
1.- El Fondo denominado del Bicentenario (FB) para el Desendeudamiento y la Estabilidad, se crea con el objetivo de girar fondos del Banco Central al Tesoro, para ser destinados al pago de deuda pública existente, no de deuda pública en default. Esos pagos estaban previstos ser atendidos con otros recursos según lo aprobado en el Presupuesto Nacional.
2.- El proyecto de nuevo canje cuyos términos no se conocen con exactitud, se basa en una propuesta del Gramercy & Aberdeen Asset Mgmt y bancos. Se tiene entendido que hay otros grupos involucrados en la gestación de este canje y que aunque no aparezcan nominados formalmente, han adquirido bonos en default a muy bajo precio a bonistas individuales necesitados u a otros que asumieron la pérdida de haber comprado a valores cercanos al nominal. Por lo tanto cualquier oferta de quita mayor al valor al cual compraron es ganancia inmediata para dichos grupos. Cabría preguntarse ¿quiénes son los buitres a quienes funcionarios del gobierno y otros autodenominados opositores culpan de sus propias culpas?.
3.- El proyecto de nuevo canje cambia bonos en default por otros bonos, o sea no hay pagos en efectivo por lo que hasta ahora se conoce. Cómo harán efectiva su ganancia estos “fondos” asociados a este canje, se desconoce. Quizás vendiendo estos nuevos papeles en el mercado a incautos compradores.
4.- Cabe mencionar que para iniciar juicio en la Corte de Nueva York por el incumplimiento en el pago de la deuda pública, es requisito demostrar que los bonos fueron comprados con anterioridad al default del 2002, y ello implicaría a valores cercanos al nominal. Esta exigencia incluye a los fondos como NML (Elliot), Aurelius y DK Partners, que tienen sentencias a su favor y que algunos califican de buitres. No vamos a defender a estos fondos, lo que está claro es que tienen la capacidad de solicitar embargos ante la renuencia del Gobierno Argentino de cumplir las sentencias judiciales emitidas por el Juez Griesa. Sentencias judiciales que también han sido emitidas a favor de bonistas individuales, muchos de ellos pequeños acreedores argentinos que siguen sin recibir una moneda de su legítimo y original patrimonio, y que reclaman justicia no privilegios.
En el contexto antedicho no se entiende la confusión generada a la opinión pública mezclando el Fondo del Bicentenario con el nuevo canje, y el pago a fondos denominados buitres, pero asociando con el término “buitre” a quienes tienen juicios con sentencia favorable, no a quienes compraron a muy bajo precio y buscan “hacer negocio” con este nuevo canje. Volvemos a preguntar ¿quiénes son los buitres?.
Es realmente sumamente preocupante la ignorancia que tanto el gobierno como distintos personajes de la denominada oposición, están dando a los justos reclamos de los bonistas individuales.
En relación a la importancia que se asigna a los porcentajes de aceptación a los canjes de deuda, consideramos una fantasía que altos porcentajes son la solución a todos los problemas de la Argentina. “Nos sacamos el problema de encima”, piensan algunos de mente estrecha, vista miope, a quienes no les importa nada el futuro del país y evidentemente no saben qué es una conducta seria y responsable.
No nos sorprendería tampoco que hubiera comentarios tan frívolos en la línea de la irresponsabilidad, que se atrevan a atribuir a quienes no aceptamos canjes discriminatorios y confiscatorios a la propiedad, una búsqueda de “privilegios”.
Nos preguntamos los sufridos bonistas individuales argentinos que hace nueve años estamos esperando que se haga justicia, ¿de qué búsqueda de privilegios podrían hablar cuando pagamos el valor nominal original de los bonos en default, que no nos ha sido devuelto ni pagado intereses, y hemos visto que se pagó al FMI toda la deuda por adelantado?, ¿y qué privilegios puede atribuirse a los bonistas con bonos de jurisdicción argentina a quienes se les niega justicia con el accionar demostrado por la Corte Suprema actual, que ha mostrado no tener la independencia del poder político que se le atribuye?.
¿Cómo puede hablarse además de aceptación voluntaria a un canje cuando hay bonistas individuales que no pudieron esperar y tuvieron que vender a precio vil, o ingresar al canje 2005 perdiendo patrimonio, cuando las presiones y amenazas de no pago por parte del poder político fueron insostenibles y acompañadas por la complicidad del Poder Judicial vía esta Corte Suprema de Justicia de la Nación con su fallo GALLI teñido de color político, y el Poder Legislativo vía la ley cerrojo?.
Los canjes se suponen son ofertas de aceptación voluntaria por parte de los acreedores, no de aceptación forzada por presiones de un deudor más poderoso. En ese contexto, no hubo negociación entre deudor y acreedor, solamente quitas salvajes del deudor empedernido, de conducta incumplidora.
Cabe agregar que desde el inicio del default, los integrantes de ADAPD intentamos negociar e incluso se elevó una propuesta denominada OPPREN, al Ministerio de Economía presidido por Roberto Lavagna, propuesta que fue ignorada. Con lo cual nadie puede endilgarnos el no haber querido negociar o pedir privilegios. Salvo que el pedir justicia sea considerado un privilegio en Argentina.
En el mismo sentido hemos escuchado afirmaciones también temerarias e irresponsables de personajes con acceso a la opinión pública, sobre que el nuevo canje otorga demasiado a los holdouts, englobando a los bonistas individuales en dicha afirmación. Estas afirmaciones, solamente pueden considerarse como una apología del concepto “es mejor no pagar”, desconociendo las consecuencias negativas que esas conductas generan a un país ahondando la inseguridad, y en consecuencia la carencia de inversiones genuinas de riesgo que son las únicas que generan crecimientos sustentables y sostenidos, no espejismos coyunturales.
El incumplimiento de los compromisos de pago es un delito sea quien sea el deudor; países, empresas o individuos. En los entornos serios se paga con la quiebra, la cárcel, el embargo de activos, con independencia de la calidad o calificativo del acreedor. La diferencia es que los países no quiebran, sino que deben renegociar sus deudas de buena fe, evitando efectuar discriminaciones entre sus acreedores y confiscaciones a la propiedad privada, amenazas, presiones, y asegurando en forma permanente la continuidad jurídica del Estado, el respeto por las instituciones y la independencia de poderes que establece nuestra Constitución Nacional.
La Argentina no ha seguido ese camino, sino el camino del incumplimiento continuo, al menos para con aquellos que obraron de buena fe, como los propios connacionales que confiaron sus ahorros en la deuda soberana de su propio país. A ellos se les viene negando reconocimiento y justicia, pretendiendo además seguir haciendo negocios a costa de sus pérdidas.
¿En qué raciocinio político, económico, social, que sea ético y moral, puede basarse quien considere que la conducta del Estado Argentino en el canje 2005 y en esta nueva propuesta pueden resultar beneficiosas para un país que pueda aspirar a una prosperidad sostenida?. ¿O se está en la defensa de intereses sectoriales de corto plazo?.
Un país no sale indemne de un default, menos si la degradación institucional y de valores es apoyada por gran parte de la sociedad. La subversión de valores se vuelve en contra de la misma, tarde o temprano, y en contra de todos, no solamente de los bonistas individuales en este caso, como ingenua o interesadamente algunos piensan.
Requerimos que se cumplan las sentencias favorables a los bonistas individuales emitidas por el Juez Griesa, y que el Poder Judicial en Argentina actúe en forma independiente del poder político en forma efectiva, corrigiendo las fundamentaciones del Fallo Galli, para garantizar procesos imparciales por la vía judicial a quienes decidan seguirla.
Requerimos un sano cambio de actitud de gobernantes y opositores para tratar de empezar a revertir el camino de la degradación institucional en que vivimos.
Comisión Directiva de ADAPD
Asociación Civil
http://www.adapd.org.ar