Mensajepor profiterol » Mié Ene 06, 2010 7:46 pm
Art. 3 de la Carta del Banco Central:
Es misión primaria y fundamental del Banco Central de la República Argentina preservar el valor de la moneda.
El Banco deberá desarrollar una política monetaria y financiera dirigida a salvaguardar las funciones del dinero como reserva de valor, unidad de cuenta e instrumento de pago para cancelar obligaciones monetarias, en un todo de acuerdo con la legislación que se dicte el Honorable Congreso de la Nación. En la formulación y ejecución de la política monetaria y financiera el Banco Central no estará sujeto a órdenes, indicaciones o instrucciones del Poder Ejecutivo Nacional. El Banco Central no podrá asumir obligaciones de cualquier naturaleza que impliquen condicionar, restringir o delegar sin autorización expresa del Honorable Congreso de la Nación, el ejercicio de sus facultades legales
Pedirle a Redrado que incumpla la norma es pedirle que en el futuro sea enjuiciado por haber incumplido la norma.-
En el fondo la delegación de facultades al Banco Central la hace el Congreso y la remociòn del Presidente de esta Institución tiene un mecanismo reglado, con la debida intervenciòn de las autoridades legislativas.
Como he expresado en otro medio: Si el "Fundo en el Bicentenario" sale del Banco Central y pasa a la Tesorería, le pueden caer encima embargos de otro tipo de acreedores, además de los bonistas, porque no puede el Estado violar alegremente la garantía de igualdad. Es decir no puede adjudicar arbitrariamente esos fondos para el pago de algunos acreedores en perjuicio de otros.
El tema de la posibilidad del embargo, analizado seguramente por el Central, tiene dos aspectos: lo que se denomina reservas de libre disponibilidad, cuestiòn que ya fue vista en ocasión del pago al FMI y la embargabilidad o no del propio fondo a crearse. Abrir una cuenta en el Central a disposición de la Tesorería es sacar esa plata de las reservas, claramente.-
Si la Justicia reacciona de acuerdo a Derecho, en mi humilde opinión sería embargable, por ejemplo, por cualquier jubilado que logre una sentencia que reconozca alguna diferencia retroactiva en el haber, o un acreedor del Estado sometido a alguna "emergencia". No solo por bonistas.-
Y de ninguna manera es solución para ello la creaciòn de un fideicomiso o los pases de magia mediante la banca internacional. A esta altura nadie se traga ese tipo de píldoras y la Justicia está para develar esta clase de maniobras. O son reservas que pertenecen al Central, o no lo son, aunque las llamen como quieran. En ese marco se hace evidente que una cuestión es pagar con reservas al Fondo Monetario, en base a una ley aprobada por el Congreso y otro es crear un Fondo mediante un DNU, que viola palmariamente la Carta del Banco Central, y enviar pomposamente dicho Fondo a la Tesorería. Si no fuera necesario la ratificaciòn legislativa ¿ porque con tanta premura, en menos de tres horas de debate sobre tablas y apelando a su amplia mayoría en el Senado, el kirchnerismo buscó y logró en el Senado la ratificación parlamentaria del decreto de necesidad y urgencia 1599/05 con el que el Poder Ejecutivo decidió saldar en un solo pago los 9810 millones de dólares de la deuda que la Argentina mantenía con el Fondo Monetario Internacional, ratificaciòn luego convalidada en Diputados?
Este juego de equilibristas en la cuerda floja del golpe institucional administrado por goteo, puede terminar con una caída sin red. Redrado es bastante inteligente para arriesgarse a eso.
En realidad la lectura atenta de la carta anunciando el programa monetario para 2010. presagiaba estos hechos.
Redrado para todos nosotros es figura conocida desde su desempeño como Presidente de la Comisiòn Nacional de Valores, y se debe encontrar con un dilema, porque nadie va a aceptar que su eventual renuncia no sea producto de una acción de las típicas de este gobierno.
La llave es la supremacía o no del poder político de los K. Todo aquel que sospeche que no tiene recupero no va a convalidar una acción de este tipo por sus consecuencias futuras, legales y económicas.-
