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Re: Solo deportes

Publicado: Lun Jul 05, 2010 9:45 am
por crist
Javier Zanetti es en "hombre récord" en partidos jugados con la selección nacional (creo que con algo de 130 partidos disputados). Revisen en todo ese tiempo qué es lo que ganó Argentina. SIEMPRE LOS QUE ESTAN AFUERA JUEGAN MEJOR QUE LOS DE ADENTRO. Pero nadie se acuerda de la última etapa de Zanetti en la selección, no sólo con Maradona sino con los entrenadores anteriores. Hacía lo mismo de siempre, encarar como un tractorcito, pero devaluado, un tractorcito de campo cada vez más viejito y gastado, pocas veces resolvía bien una jugada. Pero claro, repito, SIEMPRE EL JUGADOR QUE ESTA AFUERA ES UN GENIO COMPARADO CON EL QUE LE TOCA ENTRAR. Tanto quilombo con Garcé, si ni siquiera jugó!!!
Ok, lo llevó para que arme fiestas, que consiga merca, que consiga minas, todo lo que seguramente van a decir, ¿y? Adentro de la cancha no estuvo. Jonás te puede gustar o no, pero si vamos al caso, los partidos que jugó LOS GANO, con Alemania no estuvo, tal vez no se dieron cuenta.
Perdón, me faltó algo, Zanetti es una EXCELENTE PERSONA, honesto, humilde, trabajador, generoso, tiene fundaciones, ayuda a los chicos, etc. etc. etc. Creo que es un mérito suficiente como para seguir "probándolo" en la selección, en ese punto tienen razón. Yo propongo para el próximo ciclo, además de Zanetti, que traten de ponerlo al Enzo, que es un gran jugador y a la vez excelente persona. Lástima que ya no están, pero adelante yo los hubiese puesto a Favaloro y a Margarita Barrientos, dos grandes, seguro la rompían.

Re: Solo deportes

Publicado: Lun Jul 05, 2010 9:30 am
por Galaico
crist escribió:Me van a tener que disculpar. Yo sé que un hombre que pretende ser una
persona de bien debe comportarse según ciertas normas, aceptar ciertos preceptos,
adecuar su modo de ser a determinadas estipulaciones convenidas por todos.
Seamos más explícitos. Si uno quiere ser un tipo coherente debe medir su
conducta, y la de sus semejantes, siempre con la misma e idéntica vara. No puede
hacer excepciones, pues de lo contrario bastardea su juicio ético, su conciencia
crítica, su criterio legítimo.
Uno no puede andar por la vida reprobando a sus rivales y disculpando a sus
amigos por el sólo hecho de serlo. Tampoco soy tan ingenuo como para suponer
que uno es capaz de sustraerse a sus afectos y a sus pasiones, que uno tiene la
idoneidad como para sacrificarlos en el altar de una imparcialidad impoluta.
Digamos que uno va por ahí intentando no apartarse demasiado del camino debido,
tratando de que los amores y los odios no le trastoquen irremediablemente la
lógica.
Pero me van a tener que disculpar, señores. Hay un tipo con el que no puedo.
Y ojo que lo intento. Me digo: no puede haber excepciones, no debe haberlas. Y la
disculpa que requiero de ustedes es todavía mayor, porque el tipo del que hablo no
es un benefactor de la humanidad, ni un santo varón, ni un valiente guerrero que
ha consolidado la integridad de mi patria. No, nada de eso. El tipo tiene una
actividad mucho menos importante, mucho menos trascendente, mucho más
profana. Les voy adelantando que el tipo es un deportista. Imagínense, señores.
Llevo escritas doscientas sesenta y tres palabras hablando del criterio ético y sus
limitaciones, y todo por un simple caballero que se gana la vida pateando una
pelota. Ustedes podrán decirme que eso vuelve mi actitud todavía más reprobable.
Tal vez tengan razón. Tal vez por eso he iniciado estas líneas disculpándome.
No obstante, y aunque tengo perfectamente claras esas cosas, no puedo
cambiar mi actitud. Sigo siendo incapaz de juzgarlo con la misma vara con la que
juzgo al resto de los seres humanos. Y ojo que no sólo no es un pobre muchacho
saturado de virtudes. Tiene muchos defectos. Tiene tal vez tantos defectos como
quien escribe estas líneas, o como el que más. Para el caso es lo mismo. Pese a
todo, señores, sigo sintiéndome incapaz de juzgarlo. Mi juicio crítico se detiene ante
él, y lo dispensa.
No es un capricho, cuidado. No es un simple antojo. Es algo un poco más
profundo, si me permiten calificarlo de ese modo. Seré más explícito. Yo lo disculpo
porque siento que le debo algo. Le debo algo y sé que no tengo forma de
pagárselo. O tal vez ésta sea la peculiar moneda que he encontrado para pagarle.
Digamos que mi deuda halla sosiego en este hábito de evitar siempre cualquier
eventual reproche.
El no lo sabe, cuidado. Así que mi pago es absolutamente anónimo. Como
anónima es la deuda que con él conservo. Digamos que él no sabe que le debo, e
ignora los ingentes esfuerzos que yo hago una vez y otra por pagarle.
Por suerte o por desgracia, la oportunidad de ejercitar este hábito se me
presenta a menudo. Es que hablar de él, entre argentinos, es casi uno de nuestros
deportes nacionales. Para enzalzarlo hasta la estratosfera, o para condenarlo a la
parrilla perpetua de los infiernos, los argentinos gustamos, al parecer, de convocar
su nombre y su memoria. Ahí es cuando yo trato de ponerme serio y distante, pero
no lo logro. El tamaño de mi deuda se me impone. Y cuando me invitan a hablar
prefiero esquivar el bulto, cambiar de tema, ceder mi turno en el ágora del café a la
tardecita. No se trata tampoco de que yo me ubique en el bando de sus perpetuos
halagadores. Nada de eso. Evito tanto los elogios superlativos y rimbombantes
como los dardos envenenados y traicioneros. Además, con el tiempo he visto a más
de uno cambiar del bando de los inquisidores al de los plañideros aplaudidores, y
viceversa, sin que se les mueva un pelo. Y ambos bandos me parecen
absolutamente detestables, por cierto.
Por eso yo me quedo callado, o cambio de tema. Y cuando a veces alguno de
los muchachos no me lo permite, porque me acorrala con una pregunta directa, que
cruza el aire llevando específicamente mi nombre, tomo aire, hago como que
pienso, y digo alguna sandez al estilo de «y, no sé, habría que pensarlo»; o tal vez
arriesgo un «vaya uno a saber, son tantas cosas para tener en cuenta». Es que
tengo demasiado pudor como para explayarme del modo en que aquí lo hago. Y soy
incapaz de condenar a mis amigos al tórrido suplicio de escuchar mis argumentos y
mis justificaciones.
Por empezar les tendría que decir que la culpa de todo la tiene el tiempo. Sí,
como lo escuchan, el tiempo. El tiempo que se empeña en transcurrir, cuando a
veces debería permanecer detenido. El tiempo que nos hace la guachada de romper
los momentos perfectos, inmaculados, inolvidables, completos. Porque si el tiempo
se quedase ahí, inmortalizando a los seres y a las cosas en su punto justo, nos
libraría de los desencantos, de las corrupciones, de las ínfimas traiciones tan
propias de nosotros los mortales.
Y en realidad es por ese carácter tan defectuoso del tiempo que yo me
comporto como lo hago. Como un modo de subsanar, en mis modestos alcances,
esas barbaridades injustas que el tiempo nos hace. En cada ocasión en la cual
mencionan su nombre, en cada oportunidad en la cual me invitan al festín de
adorarlo y denostarlo, yo me sustraigo a este presente absolutamente profano, y
con la memoria que el ser humano conserva para los hechos esenciales me
remonto a ese día, al día inolvidable en que me vi obligado a sellar este pacto que,
hasta hoy, he mantenido en secreto. Un pacto que puede conducirme (lo sé), a que
alguien me acuse de patriotero. Y aunque yo sea de aquellos a quienes desagrada
la mezcla de la nación con el deporte, en este caso acepto todos los riesgos y las
potenciales sanciones.
Digamos que mi memoria es el salvoconducto para volver el tiempo al lugar
cristalino del cual no debió moverse, porque era el exacto sitio en que merecía
detenerse para siempre, por lo menos para el fútbol, para él y para mí. Porque la
vida es así, a veces se combina para alumbrar momentos como ése. Instantes
después de los cuales nada vuelve a ser como era. Porque no puede. Porque todo
ha cambiado demasiado. Porque por la piel y por los ojos nos ha entrado algo de lo
cual nunca vamos a lograr desprendernos.
Esa mañana habrá sido como todas. El mediodía también. Y la tarde arranca,
en apariencia, como tantas otras. Una pelota y veintidós tipos. Y otros millones de
tipos comiéndose los codos delante de la tele, en los puntos más distantes del
planeta. Pero ojo, que esa tarde es distinta. No es un partido. Mejor dicho: no es
sólo un partido. Hay algo más. Hay mucha rabia, y mucho dolor, y mucha
frustración acumuladas en todos esos tipos que miran la tele. Son emociones que
no nacieron por el fútbol. Nacieron en otro lado. En un sitio mucho más terrible,
mucho más hostil, mucho más irrevocable. Pero a nosotros, a los de acá, no nos
cabe otra que contestar en una cancha, porque no tenemos otro sitio, porque
somos pocos, porque estamos solos, porque somos pobres. Pero ahí está la cancha,
el fútbol, y son ellos o nosotros. Y si somos nosotros el dolor no va a desaparecer,
ni la humillación ha de terminarse. Pero si son ellos. Ay, si son ellos. Si son ellos la
humillación va a ser todavía más grande, más dolorosa, más intolerable. Vamos a
tener que quedamos mirándonos las caras, diciéndonos en silencio «te das cuenta,
ni siquiera aquí, ni siquiera esto se nos dio a nosotros.
Así que están ahí los tipos. Los once nuestros y los once de ellos. Es fútbol,
pero es mucho más que fútbol. Porque cuatro años es muy poco tiempo como para
que te amaine el dolor y se te apacigüe la rabia. Por eso no es sólo fútbol.
Y con semejantes antecedentes de tarde borrascosa, con semejante prólogo de
tragedia, va este tipo y se cuelga para siempre del cielo de los nuestros. Porque se
planta enfrente de los contrarios y los humilla. Porque los roba. Porque delante de
sus ojos los afana. Y aunque sea les devuelve ese afano por el otro, por el más
grande, por el infinitamente más enorme y ultrajante. Porque aunque nada cambie
allá están ellos, en sus casas y en sus calles, en sus pubs, queriéndose comer las
pantallas de pura rabia, de pura impotencia de que el tipo salga corriendo mirando
de reojito al árbitro que se compra el paquete y marca el medio.
Hasta ahí, eso solo ya es historia. Ya parece suficiente. Porque le robaste algo
al que te afanó primero. Y aunque lo que él te robó te duele más, vos te regodeas
porque sabes que esto, igual, le duele. Pero hay más. Aunque uno desde acá diga
bueno, es suficiente, me doy por hecho, hay más. Porque el tipo además de piola
es un artista. Es mucho más que los otros.
Arranca desde el medio, desde su campo, para que no queden dudas de que lo
que está por hacer no lo ha hecho nadie. Y aunque va de azul, va con la bandera.
La lleva en una mano, aunque nadie la vea. Empieza a desparramarlos para
siempre. Y los va liquidando uno por uno, moviéndose al calor de una música que
ellos, pobres giles, no entienden. No sienten la música, pero sí sienten un vago
escozor, algo que les dice que se les viene la noche. Y el tipo sigue adelante.
Para que empiecen a no poder creerlo. Para que no se lo olviden nunca. Para
que allá lejos los tipos dejen la cerveza y cualquier otra cosa que tengan en la
mano. Para que se queden con la boca abierta y la expresión de tontos, pensando
que no, que no va a suceder, que alguno lo va a parar, que ese morochito vestido
de azul y de argentino no va a entrar al área con la bola mansita a su merced, que
alguien va a hacer algo antes de que le amague al arquero y lo sortee por afuera,
de que algo va a pasar para poner en orden la historia y que las cosas sean como
Dios y la reina mandan, porque en el fútbol tiene que ser como en la vida, donde
los que llevan las de ganar ganan, y los que llevan las de perder pierden. Se miran
entre ellos y le piden al de al lado que los despierte de la pesadilla. Pero no hay
caso, porque ni siquiera cuando el tipo les regala una fracción de segundo más,
cuando el tipo aminora el vértigo para quedar de nuevo bien parado de zurdo, ni
siquiera entonces van a evitar entrar en la historia como los humillados, los once
ingleses despatarrados e incrédulos, los millones de ingleses mirando la tele sin
querer creer lo que saben que es verdad para siempre, porque ahí va la bola a
morirse en la red para toda la eternidad, y el tipo va a abrazarse con todos y a
levantar los ojos al cielo. Y no sé si él lo sabe, pero hace tan bien en mirar al cielo.
Porque el afano estaba bien, pero era poco. Porque el afano de ellos era
demasiado grande. Así que faltaba humillarlos por las buenas. Inmortalizarlos para
cada ocasión en que ese gol volviese a verse una vez y otra vez y para siempre, en
cada rincón del mundo. Ellos volviendo a verse una y mil veces hasta el cansancio
en las repeticiones incrédulas. Ellos pasmados, ellos llegando tarde al cruce, ellos
viéndolo todo desde el piso, ellos hundiéndose definitivamente en la derrota, en la
derrota pequeña y futbolera y absoluta y eterna e inolvidable.
Así que señores, lo lamento. Pero no me jodan con que lo mida con la misma
vara con la que se supone debo juzgar a los demás mortales. Porque yo le debo
esos dos goles a Inglaterra. Y el único modo que tengo de agradecérselo es dejarlo
en paz con sus cosas. Porque ya que el tiempo cometió la estupidez de seguir
transcurriendo, ya que optó por acumular un montón de presentes vulgares encima
de ese presente perfecto, al menos yo debo tener la honestidad de recordarlo para
toda la vida. Yo conservo el deber de la memoria.

Muy bueno.

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:58 pm
por elpipa
Shakespeare escribió:es Jonás el Ballenero, un jugador de mediopelo sin jerarquía.

Me hiciste cagar de risa :respeto: :respeto:

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:58 pm
por Shakespeare
Tuve oportunidad con gente vinculada al C.A.B. (El Taladro) donde el tipo jugó y aún mantiene ciertas relaciones y humanamente te dicen todos que el tipo es un Señor, un Caballero en todo sentido.

Con Bielsa, con Pékerman o con Bianchi podrás discutir de jugadores, pero ninguno va a jugar por cometear.
Ni tampoco los verás haciendo el mamarracho de Ramon Díaz llevando a sus hijos a jugar a San Lorenzo.
Hace falta seriedad y menos sanata.

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:54 pm
por Shakespeare
Otro mediocre que llevó y que para mí "cotizó" para estar es Jonás el Ballenero, un jugador de mediopelo sin jerarquía.
Ruggeri y Mancuso son dos tipos que por unos mangos, coimean a Dios y María Santísima, así que nada me extrañaría.

Muy bueno lo del Polideportivo de Villa Fiorito :respeto:

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:49 pm
por DarGomJUNIN
Shakespeare escribió: El Pupi no jugó ni entró porque no es Garcé ni todo el malandrinaje que cometea. El Pupi es un Señor con mayúsculas, ...

Con el Pupi la pelota sí que no se mancha. Nunca pagó ni pagaría para estar o jugar. Tan sencillo como eso.

100 % de acuerdo, para hablar del muy honorable Pupi Zanetti, hay que ponerse de pie y además, no se olvida de su origen humilde, ayudando a muchos chicos pobres con su fundación. Igual que la promesa del polideportivo en Villa Fiorito. :lol: :lol: :lol: :lol:

Darío de Junín

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:46 pm
por bullbear
Al DIEGO lo puso K, asi que tenemos DIEGO para rato! Promediemos para abajo asi sobresalimos :2230:

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:40 pm
por Shakespeare
LEESON escribió:La proxima oprtunidad en un mundial la tedremos dentro de 8 años....o ustedes piensan que los bazucas van a dejar escapar el mundial como en el 50 :idea:
La copa america sera con el diego la verguenza nacional....con el orgullo de este tipo estamos condenados al fracaso.

Hay que darle otra oportunidad, el pueblo lo reclama por aclamación.
No hay peor ciego que aquél que no quiere ver.

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:39 pm
por Shakespeare
DarGomJUNIN escribió::2225: :2232:

Diego, puede inventar un esquema de juego ineficaz y los periodistas chupamedias se lo aplaudirán como audaz.

:2235: :2224:

Darío de Junín

El Pupi no jugó ni entró porque no es Garcé ni todo el malandrinaje que cometea. El Pupi es un Señor con mayúsculas, quién haya conversado con algún allegado o persona qeu lo conozca, aún de los que no les gusta como juega, te van a decir que es un tipo honorable.

Con el Pupi la pelota sí que no se mancha. Nunca pagó ni pagaría para estar o jugar. Tan sencillo como eso.

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:38 pm
por elpipa
En canal america, Ruggeri defendiendo lo indefendible,increible.
No lo defiendo a toti, pero tiene razón.

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:35 pm
por DarGomJUNIN
:2225: :2232:

Diego, puede inventar un esquema de juego ineficaz y los periodistas chupamedias se lo aplaudirán como audaz.

:2235: :2224:

Darío de Junín

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:32 pm
por Shakespeare
La verda de la milanesa es que el Pupi es un SEÑOR y jamás entró o entraría en tongos de poner guita o porcentajes de pases para jugar o estar en la lista, como muchos y con fundamentos, rumorean sobre Garcé, Pozzo y varios más.
El tipo hace 15 años que juega en el Inter, conducgta intachable pero además de conducta, debe tener buen juego porque por más buena persona que sea no le van a garpar 15 años por la cara o porque es más bueno que Lazzie.

La pelota no se mancha.

Bianchi con Don Julio, jamás agarraría la Selección.

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:29 pm
por Shakespeare
Para él todo es relativo y te dice que la clasificación del Mundial 86 agonica pero con un grupo de 3 o 4 puede compararse a esta con un grupo de 10 y te lo justifica con que Bilardo tenía los jugadores más tiempo para trabajar cuando eso sólo no alcanza ni remotamente porque las chances matemáticas son muy superiores ahora y esta composición de las Eliminatorias fue hecha a la medida de Brasil y de Argentina, para que no tuvieran nunca problemas en clasificar. Aún así, llegamos dando verguenza ajena y con los bolitas que nos llenaron la canasta, en otro oprobio.


Pero Martín, no jodamos che, el DIEGO aplica la táctica ONE SIZE FITS ALL y con Alemania no funcionó. La misma táctica para encarar a Sacachispas que para encarar a Alemania. Si sale es de pe**!!! Ahhhhh y la táctica no la conocia nadie pero yo si "Densela a Messi que la mete" Game Over[/quote]

Re: Solo deportes

Publicado: Dom Jul 04, 2010 11:26 pm
por Shakespeare
Más lo defienden, más lo van a enterrar.

Denle otra oportunidad....que la pelota nunca se va a manchar...la copa américa acá....Brasil nos va a pintar la cara....
Es al dope empujar cuando el Pene es corto.