Solo deportes

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martin
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Re: Solo deportes

Mensajepor martin » Dom Jul 04, 2010 10:59 pm

Y eso no quita que no me gustó la táctica que utilizó contra Alemania. Yo siempre fuí partidario del 4/4/2 para encarar ese partido o sino, de última, sin Maxi Rodriguez y DiMaría y con Verón y Gutierrez.

martin
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Re: Solo deportes

Mensajepor martin » Dom Jul 04, 2010 10:57 pm

Shakespeare escribió:Quedate traqui Martín, que el Diego se va a quedar, va por la revancha....los muchachos del plantel le pidieron que se quede y Don Julio también....

Mancuso también se queda y se va a sumar Ruggeri al banco, que hasta acá lo tenían encanutado.

Yo lo quiero a Bianchi como técnico y siempre lo quise. Yo soy defensor de Maradona no tanto por Maradona "en sí" sino porque los que estuvieron antes fracasaron y para mí Maradona tenía que tener su oportunidad. Es más siempre pensé que si no era Bianchi tenía que ser Maradona ya que nunca le habían dado una oportunidad a los que ganaron en el 86 y Maradona era el indicado de esa camada (podemos discutir si los que lo acompañaron como ayudantes fueron los más indicados).

crist
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Re: Solo deportes

Mensajepor crist » Dom Jul 04, 2010 10:55 pm

A todos: lean el relato de más abajo. Y todo aquel que recuerda ese momento y siente que su piel se eriza y se emociona, sepan que ese "negro villero" al menos se merece un poco de respeto de nuestra parte. Aunque sea drogadicto, trolo, fiestero, arrogante, soberbio o como gusten, tan sólo respetémoslo por lo que nos dió y disfrutamos. A los que no se emocionan con ese relato, no tengo nada para decirles, porque no entienden el fútbol, al menos como un hincha.

martin
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Re: Solo deportes

Mensajepor martin » Dom Jul 04, 2010 10:52 pm

Esos tres equipos no cambiaron técnico en el medio de las eliminatorias como sí lo hizo Argentina.

Shakespeare
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Re: Solo deportes

Mensajepor Shakespeare » Dom Jul 04, 2010 10:51 pm

Quedate traqui Martín, que el Diego se va a quedar, va por la revancha....los muchachos del plantel le pidieron que se quede y Don Julio también....

Mancuso también se queda y se va a sumar Ruggeri al banco, que hasta acá lo tenían encanutado.

martin
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Re: Solo deportes

Mensajepor martin » Dom Jul 04, 2010 10:49 pm

Shakespeare escribió:GAreca sólo la empujó, todo el mérito fue de Passarella. Seguí negando lo ostensible y buscándole el pelo al huevo. Falta qeu diga qeu lo de ayer fue parejo....(como lomo e' camello)

Y?....
Entramos de casualidad haya tenido el mérito Passarella o Gareca.
El tema es que vos te crees que tenes la verdad absoluta en todo y en futbol todo pero todo es discutible y relativo.

Shakespeare
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Re: Solo deportes

Mensajepor Shakespeare » Dom Jul 04, 2010 10:49 pm

martin escribió:Además Bilardo siempre tuvo la mayoría de los jugadores jugando en Argentina y al mundial de México pudo ir un mes antes donde tuvo mucho más tiempo de preparación que esta selección.

Y Brasil en los últimos mundiales tuvo a sus jugadores para entrenar? O en este...
Los tuvo ahora Chile, Uruguay y Paraguay?
Dejate de joder hermano....

crist
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Re: Solo deportes

Mensajepor crist » Dom Jul 04, 2010 10:47 pm

Me van a tener que disculpar. Yo sé que un hombre que pretende ser una
persona de bien debe comportarse según ciertas normas, aceptar ciertos preceptos,
adecuar su modo de ser a determinadas estipulaciones convenidas por todos.
Seamos más explícitos. Si uno quiere ser un tipo coherente debe medir su
conducta, y la de sus semejantes, siempre con la misma e idéntica vara. No puede
hacer excepciones, pues de lo contrario bastardea su juicio ético, su conciencia
crítica, su criterio legítimo.
Uno no puede andar por la vida reprobando a sus rivales y disculpando a sus
amigos por el sólo hecho de serlo. Tampoco soy tan ingenuo como para suponer
que uno es capaz de sustraerse a sus afectos y a sus pasiones, que uno tiene la
idoneidad como para sacrificarlos en el altar de una imparcialidad impoluta.
Digamos que uno va por ahí intentando no apartarse demasiado del camino debido,
tratando de que los amores y los odios no le trastoquen irremediablemente la
lógica.
Pero me van a tener que disculpar, señores. Hay un tipo con el que no puedo.
Y ojo que lo intento. Me digo: no puede haber excepciones, no debe haberlas. Y la
disculpa que requiero de ustedes es todavía mayor, porque el tipo del que hablo no
es un benefactor de la humanidad, ni un santo varón, ni un valiente guerrero que
ha consolidado la integridad de mi patria. No, nada de eso. El tipo tiene una
actividad mucho menos importante, mucho menos trascendente, mucho más
profana. Les voy adelantando que el tipo es un deportista. Imagínense, señores.
Llevo escritas doscientas sesenta y tres palabras hablando del criterio ético y sus
limitaciones, y todo por un simple caballero que se gana la vida pateando una
pelota. Ustedes podrán decirme que eso vuelve mi actitud todavía más reprobable.
Tal vez tengan razón. Tal vez por eso he iniciado estas líneas disculpándome.
No obstante, y aunque tengo perfectamente claras esas cosas, no puedo
cambiar mi actitud. Sigo siendo incapaz de juzgarlo con la misma vara con la que
juzgo al resto de los seres humanos. Y ojo que no sólo no es un pobre muchacho
saturado de virtudes. Tiene muchos defectos. Tiene tal vez tantos defectos como
quien escribe estas líneas, o como el que más. Para el caso es lo mismo. Pese a
todo, señores, sigo sintiéndome incapaz de juzgarlo. Mi juicio crítico se detiene ante
él, y lo dispensa.
No es un capricho, cuidado. No es un simple antojo. Es algo un poco más
profundo, si me permiten calificarlo de ese modo. Seré más explícito. Yo lo disculpo
porque siento que le debo algo. Le debo algo y sé que no tengo forma de
pagárselo. O tal vez ésta sea la peculiar moneda que he encontrado para pagarle.
Digamos que mi deuda halla sosiego en este hábito de evitar siempre cualquier
eventual reproche.
El no lo sabe, cuidado. Así que mi pago es absolutamente anónimo. Como
anónima es la deuda que con él conservo. Digamos que él no sabe que le debo, e
ignora los ingentes esfuerzos que yo hago una vez y otra por pagarle.
Por suerte o por desgracia, la oportunidad de ejercitar este hábito se me
presenta a menudo. Es que hablar de él, entre argentinos, es casi uno de nuestros
deportes nacionales. Para enzalzarlo hasta la estratosfera, o para condenarlo a la
parrilla perpetua de los infiernos, los argentinos gustamos, al parecer, de convocar
su nombre y su memoria. Ahí es cuando yo trato de ponerme serio y distante, pero
no lo logro. El tamaño de mi deuda se me impone. Y cuando me invitan a hablar
prefiero esquivar el bulto, cambiar de tema, ceder mi turno en el ágora del café a la
tardecita. No se trata tampoco de que yo me ubique en el bando de sus perpetuos
halagadores. Nada de eso. Evito tanto los elogios superlativos y rimbombantes
como los dardos envenenados y traicioneros. Además, con el tiempo he visto a más
de uno cambiar del bando de los inquisidores al de los plañideros aplaudidores, y
viceversa, sin que se les mueva un pelo. Y ambos bandos me parecen
absolutamente detestables, por cierto.
Por eso yo me quedo callado, o cambio de tema. Y cuando a veces alguno de
los muchachos no me lo permite, porque me acorrala con una pregunta directa, que
cruza el aire llevando específicamente mi nombre, tomo aire, hago como que
pienso, y digo alguna sandez al estilo de «y, no sé, habría que pensarlo»; o tal vez
arriesgo un «vaya uno a saber, son tantas cosas para tener en cuenta». Es que
tengo demasiado pudor como para explayarme del modo en que aquí lo hago. Y soy
incapaz de condenar a mis amigos al tórrido suplicio de escuchar mis argumentos y
mis justificaciones.
Por empezar les tendría que decir que la culpa de todo la tiene el tiempo. Sí,
como lo escuchan, el tiempo. El tiempo que se empeña en transcurrir, cuando a
veces debería permanecer detenido. El tiempo que nos hace la guachada de romper
los momentos perfectos, inmaculados, inolvidables, completos. Porque si el tiempo
se quedase ahí, inmortalizando a los seres y a las cosas en su punto justo, nos
libraría de los desencantos, de las corrupciones, de las ínfimas traiciones tan
propias de nosotros los mortales.
Y en realidad es por ese carácter tan defectuoso del tiempo que yo me
comporto como lo hago. Como un modo de subsanar, en mis modestos alcances,
esas barbaridades injustas que el tiempo nos hace. En cada ocasión en la cual
mencionan su nombre, en cada oportunidad en la cual me invitan al festín de
adorarlo y denostarlo, yo me sustraigo a este presente absolutamente profano, y
con la memoria que el ser humano conserva para los hechos esenciales me
remonto a ese día, al día inolvidable en que me vi obligado a sellar este pacto que,
hasta hoy, he mantenido en secreto. Un pacto que puede conducirme (lo sé), a que
alguien me acuse de patriotero. Y aunque yo sea de aquellos a quienes desagrada
la mezcla de la nación con el deporte, en este caso acepto todos los riesgos y las
potenciales sanciones.
Digamos que mi memoria es el salvoconducto para volver el tiempo al lugar
cristalino del cual no debió moverse, porque era el exacto sitio en que merecía
detenerse para siempre, por lo menos para el fútbol, para él y para mí. Porque la
vida es así, a veces se combina para alumbrar momentos como ése. Instantes
después de los cuales nada vuelve a ser como era. Porque no puede. Porque todo
ha cambiado demasiado. Porque por la piel y por los ojos nos ha entrado algo de lo
cual nunca vamos a lograr desprendernos.
Esa mañana habrá sido como todas. El mediodía también. Y la tarde arranca,
en apariencia, como tantas otras. Una pelota y veintidós tipos. Y otros millones de
tipos comiéndose los codos delante de la tele, en los puntos más distantes del
planeta. Pero ojo, que esa tarde es distinta. No es un partido. Mejor dicho: no es
sólo un partido. Hay algo más. Hay mucha rabia, y mucho dolor, y mucha
frustración acumuladas en todos esos tipos que miran la tele. Son emociones que
no nacieron por el fútbol. Nacieron en otro lado. En un sitio mucho más terrible,
mucho más hostil, mucho más irrevocable. Pero a nosotros, a los de acá, no nos
cabe otra que contestar en una cancha, porque no tenemos otro sitio, porque
somos pocos, porque estamos solos, porque somos pobres. Pero ahí está la cancha,
el fútbol, y son ellos o nosotros. Y si somos nosotros el dolor no va a desaparecer,
ni la humillación ha de terminarse. Pero si son ellos. Ay, si son ellos. Si son ellos la
humillación va a ser todavía más grande, más dolorosa, más intolerable. Vamos a
tener que quedamos mirándonos las caras, diciéndonos en silencio «te das cuenta,
ni siquiera aquí, ni siquiera esto se nos dio a nosotros.
Así que están ahí los tipos. Los once nuestros y los once de ellos. Es fútbol,
pero es mucho más que fútbol. Porque cuatro años es muy poco tiempo como para
que te amaine el dolor y se te apacigüe la rabia. Por eso no es sólo fútbol.
Y con semejantes antecedentes de tarde borrascosa, con semejante prólogo de
tragedia, va este tipo y se cuelga para siempre del cielo de los nuestros. Porque se
planta enfrente de los contrarios y los humilla. Porque los roba. Porque delante de
sus ojos los afana. Y aunque sea les devuelve ese afano por el otro, por el más
grande, por el infinitamente más enorme y ultrajante. Porque aunque nada cambie
allá están ellos, en sus casas y en sus calles, en sus pubs, queriéndose comer las
pantallas de pura rabia, de pura impotencia de que el tipo salga corriendo mirando
de reojito al árbitro que se compra el paquete y marca el medio.
Hasta ahí, eso solo ya es historia. Ya parece suficiente. Porque le robaste algo
al que te afanó primero. Y aunque lo que él te robó te duele más, vos te regodeas
porque sabes que esto, igual, le duele. Pero hay más. Aunque uno desde acá diga
bueno, es suficiente, me doy por hecho, hay más. Porque el tipo además de piola
es un artista. Es mucho más que los otros.
Arranca desde el medio, desde su campo, para que no queden dudas de que lo
que está por hacer no lo ha hecho nadie. Y aunque va de azul, va con la bandera.
La lleva en una mano, aunque nadie la vea. Empieza a desparramarlos para
siempre. Y los va liquidando uno por uno, moviéndose al calor de una música que
ellos, pobres giles, no entienden. No sienten la música, pero sí sienten un vago
escozor, algo que les dice que se les viene la noche. Y el tipo sigue adelante.
Para que empiecen a no poder creerlo. Para que no se lo olviden nunca. Para
que allá lejos los tipos dejen la cerveza y cualquier otra cosa que tengan en la
mano. Para que se queden con la boca abierta y la expresión de tontos, pensando
que no, que no va a suceder, que alguno lo va a parar, que ese morochito vestido
de azul y de argentino no va a entrar al área con la bola mansita a su merced, que
alguien va a hacer algo antes de que le amague al arquero y lo sortee por afuera,
de que algo va a pasar para poner en orden la historia y que las cosas sean como
Dios y la reina mandan, porque en el fútbol tiene que ser como en la vida, donde
los que llevan las de ganar ganan, y los que llevan las de perder pierden. Se miran
entre ellos y le piden al de al lado que los despierte de la pesadilla. Pero no hay
caso, porque ni siquiera cuando el tipo les regala una fracción de segundo más,
cuando el tipo aminora el vértigo para quedar de nuevo bien parado de zurdo, ni
siquiera entonces van a evitar entrar en la historia como los humillados, los once
ingleses despatarrados e incrédulos, los millones de ingleses mirando la tele sin
querer creer lo que saben que es verdad para siempre, porque ahí va la bola a
morirse en la red para toda la eternidad, y el tipo va a abrazarse con todos y a
levantar los ojos al cielo. Y no sé si él lo sabe, pero hace tan bien en mirar al cielo.
Porque el afano estaba bien, pero era poco. Porque el afano de ellos era
demasiado grande. Así que faltaba humillarlos por las buenas. Inmortalizarlos para
cada ocasión en que ese gol volviese a verse una vez y otra vez y para siempre, en
cada rincón del mundo. Ellos volviendo a verse una y mil veces hasta el cansancio
en las repeticiones incrédulas. Ellos pasmados, ellos llegando tarde al cruce, ellos
viéndolo todo desde el piso, ellos hundiéndose definitivamente en la derrota, en la
derrota pequeña y futbolera y absoluta y eterna e inolvidable.
Así que señores, lo lamento. Pero no me jodan con que lo mida con la misma
vara con la que se supone debo juzgar a los demás mortales. Porque yo le debo
esos dos goles a Inglaterra. Y el único modo que tengo de agradecérselo es dejarlo
en paz con sus cosas. Porque ya que el tiempo cometió la estupidez de seguir
transcurriendo, ya que optó por acumular un montón de presentes vulgares encima
de ese presente perfecto, al menos yo debo tener la honestidad de recordarlo para
toda la vida. Yo conservo el deber de la memoria.

Shakespeare
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Re: Solo deportes

Mensajepor Shakespeare » Dom Jul 04, 2010 10:47 pm

GAreca sólo la empujó, todo el mérito fue de Passarella. Seguí negando lo ostensible y buscándole el pelo al huevo. Falta qeu diga qeu lo de ayer fue parejo....(como lomo e' camello)

gustino61
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Re: Solo deportes

Mensajepor gustino61 » Dom Jul 04, 2010 10:46 pm

Obviamente que no Martin,,,eso te lo reconozco,,pero te fuistes a buscar las muchas veces,,y habras encontrado 1 o 2,,,nada mas que eso,,repito se terminaron las invitaciones ,ahora para entrar a jugar la copa,hay que clasificar,hay que sacar puntitos eh,,y me extraña de vos,porque cuando afirmas algo lo tenes documentado o justificado,,saludos es tarde

martin
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Re: Solo deportes

Mensajepor martin » Dom Jul 04, 2010 10:46 pm

Además Bilardo siempre tuvo la mayoría de los jugadores jugando en Argentina y al mundial de México pudo ir un mes antes donde tuvo mucho más tiempo de preparación que esta selección.

martin
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Re: Solo deportes

Mensajepor martin » Dom Jul 04, 2010 10:44 pm

martin escribió:Que yo sepa Maradona asumió con las eliminatorias por la mitad. Es uno de los técnicos que menos tiempo tuvo para preparar el equipo cuando otros tuvieron los 4 años completitos y quedaron afuera antes que esta seleccion en otros Mundiales.

El gol además lo metió Gareca y no Passarela.


martin
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Re: Solo deportes

Mensajepor martin » Dom Jul 04, 2010 10:44 pm

Que yo sepa Maradona asumió con las eliminatorias por la mitad. Es uno de los técnicos que menos tiempo tuvo para preparar el equipo cuando otros tuvieron los 4 años completitos y quedaron afuera antes que la esta seleccion en otros Mundiales.

El gol además lo metió Gareca y no Passarela.

Shakespeare
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Re: Solo deportes

Mensajepor Shakespeare » Dom Jul 04, 2010 10:40 pm

LEESON escribió:Entramos en el 86 sin soberbia.....en el 2010 que la chupen.

En el 86 entramos con angustia, con ese cabezazo de Passarella, una guapeada de aquellas.
Pero en el 86 tenías grupos de 3 o 4, era mucho más jodido clasificar que ahora en un grupo de 10.
Esos, los que defienden a Resfrío Boliviano, lo silencian o se hacen los otarios. En el 86 te salían mal 1 o 2 partidos y chau mundial.
Acá tuvimos casi 20 partidos y en la parte final, incluído el saino que nos dieron los bolitos allá, fue todo muy bizarro e improvisado, cosa qeu no sucedía con el Narigón. Entramos de ojete, dando pena.
Soy un crítico de Bilardo y su filosofía de juego y no cejaré nunca de criticarlo y cuestionarle hasta sus éxitos, que los consiguió merced al Maradona brillante como jugador.
Pero el narigón no improvisaba como el Diez ahora que dirige. El narigón tenía su esquema, este tipo gareteó siempre.

Pamperito
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Re: Solo deportes

Mensajepor Pamperito » Dom Jul 04, 2010 10:39 pm

Vamos Diegote...vos si que la tenés reclara...

Detrás del frustrado amistoso con un combinado de los Emiratos Arabes Unidos se puede descorrer un velo de intereses y desprolijidades que tomaron al seleccionado como rehén. Una historia en la que cualquiera coincidiría con las críticas que hizo Diego Maradona al señalar que se estaba jugando con el prestigio del equipo nacional…, pero el tema es que el entrenador también resultó partícipe y actor central de ese descrédito.

"El mayor problema por el que no se juega el partido, en Dubai, es que nunca se depositó el anticipo, acción que debía realizarse el 18 de abril y nosotros seguimos esperando. No apareció el anticipo –superior al medio millón de dólares–, no están las reservas de hotel, ni el chárter, que luego iba a trasladar al plantel a Sudáfrica, ni siquiera la ciudad del partido. Son demasiados episodios", explicó anoche a La Nacion el empresario Guillermo Toffoni, agente FIFA autorizado, encargado de organizar los amistosos en el exterior del seleccionado.

Según dijo, este encuentro no estaba directamente bajo su órbita. "Esta vez –continuó Toffoni–, hice más de lo que hago cuando organizo un partido. Organicé más de 150 partidos y, por primera vez, tengo estos problemas. La empresa es Inversiones Dalport, presidida por Víctor Vicente Bravo. Siempre hago acuerdos con promotores conocidos. Y si no sé nada de ellos, averiguo y pido recomendaciones. Pero al ser un grupo allegado al cuerpo técnico de la selección, y conociendo las comodidades y ventajas que nos daban, decidimos trabajar para que se jugara este partido a tan poco del Mundial de Sudáfrica. Nosotros sabemos que a si a la selección le va bien, a nosotros nos va mejor", agregó.

¿Cómo llega esta empresa Inversiones Dalport a la AFA? Según Toffoni, tal como se lee más arriba, acercada por el cuerpo técnico. En las últimas horas, incluso se mencionó el nombre de Claudia Villafañe, ex esposa de Maradona, como nexo de la negociación. Nada más alejado de la realidad. Justamente Claudia, el miércoles pasado, antes de que por la noche estallara el problema, había llamado a Grondona por un tema sin ningún vínculo con el ya célebre amistoso programado para el 29 de este mes, en Dubai, y se encontró con un reproche del presidente de la AFA, con quien tiene una excelente relación. "En qué lío me metiste…", le dijo. Claudia se extrañó por el planteo y le explicó que no tenía nada que ver. Tan contundente y precisa fue que Grondona terminó reconociéndole: "Me lo imaginaba, yo se quién sos vos".

De fuentes muy cercanas a Maradona se hizo saber cuál era la relación con los organizadores del partido: "Este hombre [por Víctor Bravo] se le acercó a Diego en España para decirle que estaba interesado en organizar un partido de la selección y Diego le pasó el contacto con la AFA, nada más".

Y ahora, ¿qué sucederá con la agenda de la selección, con la ruta final hacia Sudáfrica? "No están dadas las condiciones mínimas para que se haga este partido. Salvo que hagan el depósito en estas horas, el partido se cae. Vamos a esperar hasta el lunes, que se termine todo esto, para ver si podemos jugar contra otro rival", completó Toffoni.

A la AFA le convenía el partido. No sólo por el alto cachet que iba a recibir, sino también porque la empresa Inversiones Dalport prometía hacerse cargo de todo. Y todo era la hotelería y, especialmente, un chárter muy grande –y costoso– en el que la AFA podía resolver a gasto cero buena parte de su logística mundialista. Por ejemplo, el movimiento de la utilería, el viaje de los sparrings… y hasta el traslado de varias decenas de dirigentes. Así, no gastaba un peso, ganaba un importante cachet y se guardaba para sí el importe por los 55 pasajes que la FIFA les paga a los 31 seleccionados participantes, más allá del anfitrión, claro, para desembarcar en el país sede de la Copa.

Fuentes muy cercanas al cuerpo técnico del seleccionado, preocupadas por la carga de partidos y el desgaste de lo jugadores, habían confiado en las últimas semanas que este amistoso no era conveniente. Un largo viaje, varias etapas, cambio de clima y usos horarios… En realidad, que el partido no se haga, deportivamente, es un beneficio para la selección. Entonces, ¿por qué explotó Maradona al caerse el juego? "Porque alrededor de 300.000 dólares eran para él", disparó una fuente que suele recorrer los pasillos de la AFA. Allegados a Maradona lo desmintieron tajantemente: "Diego no recibe plata por esto. Y si le pagaran algo, no sería por conseguir un partido, sino por hacer alguna clínica, en otro momento y en otra circunstancia".

Indignado Humberto Grondona por los señalamientos que hizo Maradona sobre su padre, ayer saltó a defenderlo. Sin embargo, él mismo le habría dicho más tarde a personas preocupado por el nuevo cortocircuito entre el presidente y el DT, que el contacto entre ambos ya se habría dado, telefónicamente, limando las diferencias y coincidiendo en un concepto: "Si la plata y las condiciones prometidas no están dadas, el partido no debe hacerse".

Es cierto que la AFA no es culpable de que la empresa Inversiones Dalport no haya depositado el dinero acordado. Por cierto, ha sido timada y que se caiga este negocio también la perjudica. Deja de ganar mucho dinero y debe hacer una nueva reingeniería de sus movimientos. Desde una oficina de la sede de Viamonte aseguraron que la AFA esta vez no participó en la diagramación del amistoso. Lo repiten, tajantes, como si algo estuviera levantando sospechas. Sin embargo, de lo que la AFA no puede desprenderse es de su anuencia para que alguien del cuerpo técnico acerque propuestas o negocios. La desprolijidad los involucra a todos.

Pero, ¿qué es Inversiones Dalport? Fundada en 2001, Inversiones Dalport es una empresa que ha funcionado bajo la sombra de la clandestinidad. Su domicilio fiscal está en Montevideo, levantó una oficina de atención en Madrid, pero sus negocios se desparraman por todo el mundo, especialmente en el Golfo Pérsico. En su sitio web ( www.inversionesdalport.com ), se presenta como una empresa de transacciones corporativas, y detalla: "…Trabajamos con absoluta discreción al más alto nivel, trabajamos detrás de los escenarios tratándose de inversiones de gran envergadura económica, política y/o social…".

Los antecedentes de Dalport en el mundo deportivo solamente fueron en España y no resultan fiables. Pese a jactarse públicamente de contar con recursos propios "por más de 25.000 millones de dólares", la empresa no cumplió a tiempo con los pagos cuando adquirió en julio del año pasado el 51% de las acciones de Valencia FC. Su poder en el Consejo administrativo del club de Mestalla duró poco más de un mes porque jamás puso en la mesa el dinero para hacerse de las acciones ni tampoco cumplió con las inversiones prometidas. El negocio en el club Valencia despertó acusaciones de fraudes, estafas y delitos.

La Nacion Deportiva intentó comunicarse telefónicamente con algún vocero de Dalport, pero en su oficina de Madrid no respondió nadie. De acuerdo con el sitio web, la empresa está próxima a adquirir una línea aérea en América del Sur. Este sería el único emprendimiento de Dalport cercano a la órbita argentina.


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