Mensajepor mirgorenado » Dom Jun 19, 2011 6:34 pm
Auges y caídas de la industria automotriz (IECO)
La industria está viviendo un boom sin precedentes, luego de enfrentar con éxito las crisis económicas que experimentó la economía argentina. La mitad del crecimiento industrial de los últimos años está justificada por los autos. Una brillante performance que, sin embargo, otros sectores no han podido imitar.
En 1973, y a dos décadas de haber iniciado sus actividades, la industria automotriz instalada en la Argentina produjo un récord de 293.000 vehículos. La Argentina tenía entonces 25 millones de habitantes y muchos operarios de la subsidiaria local de Ford llegaban a trabajar a la planta de General Pacheco en su propio auto.
Pero a partir de ese momento, la incipiente industria ingresó en un cono de sombra. Tendrían que pasar 20 años, hasta 1993, para superarse aquellos números. En 1990, varias terminales automotrices consideraron seriamente abandonar el país. En aquel año de hiperinflación , la producción de autos se desplomó por debajo de las 100.000 unidades, una cifra que no se veía desde 1960.
En 2002, después de la devaluación y el default de la deuda, la producción de autos volvió a desbarrancarse a menos de 160.000 y las ventas al mercado interno apenas totalizaron 82.000 vehículos, la menor cifra en 40 años y la quinta parte de lo que habían sido apenas cuatro años antes.
Hay una correlación casi perfecta entre la evolución de la economía argentina y su industria automotriz, con auges y caídas casi perfectamente sincronizados. Desde aquel fatídico 2002, con una breve interrupción en 2009 a causa de la crisis económica internacional, la industria está viviendo un boom sin precedentes.
Este año se producirán más de 850.000 vehículos, de los cuales se exportarán dos tercios y se venderán al mercado interno unos 800.000 cero kilómetro. Son cifras similares a las ventas de un mercado como México, con una población tres veces mayor, y no muy lejanas a las de España, en donde este año se matricularán unos 900.000 autos en medio de una severa crisis económica y una tasa de desocupación de más del 20%.
Ahora la industria está poniendo el pie en el acelerador y apunta a llegar a una producción de un millón de autos en 2013. Es una meta factible, siempre que aumenten las inversiones y, especialmente, se expanda la fabricación local de autopartes. Solo el 23% de los componentes de un vehículo fabricado en la Argentina es de producción local. La industria autopartista tuvo un déficit comercial de 6.300 millones de dólares en 2010, según la cámara del sector. Cuantos más autos se fabrican, más crece el déficit comercial.
A diferencia de los años 60 y 70, cuando la industria automotriz se insertó en una economía cerrada , hoy el sector importa y exporta, especialmente con su mayor socio, Brasil. Pero a diferencia del vecino del Mercosur, que tiene una industria mucho más diversificada, la rama automotriz argentina tiene una representación desproporcionada en el conjunto de la industria.
La mitad del crecimiento industrial de los últimos años está justificada por los autos.
La pregunta es por qué muchos otros sectores industriales no pueden imitar la brillante performance de la industria automotriz.
Desde la salida de la convertibilidad, “no ha habido un gran cambio estructural en la industria argentina”, responde un informe reciente de la consultora Finsoport. “No se fortalecieron los sectores competitivamente débiles y ahora se enfrentan en condiciones de inferioridad frente a la caída del tipo de cambio real y la más agresiva competencia externa”.
El punto de la dependencia externa en el rubro autopartes es muy importante. Algo va a tener que hacer este gobierno o el que viene para compensar un rojo comercial de casi U$S 7.000M. Es mucho lo que tenemos para crecer si se comienza a actuar con inteligencia, lo primero que hay que solucionar es el incremento de costos que se está comiendo gran parte de la rentabilidad de las empresas (Mirgor no es la excepción).
Y pensar que en poco tiempo mas (antes de fin de año) este sector que está viviendo un verdadero boom será el tercero en importancia detrás de los celulares y de la electrónica de consumo (que también está viviendo un crecimiento explosivo)