Mensajepor atrevido » Vie Ene 25, 2008 9:16 pm
Es muy interesante este articulo de la fisica cuantica.
No son cosas las que vemos , son en realidad procesos, es decir , estan cambiando
Los conceptos esenciales los remarque en negro
PATRONES DE CAMBIO
El Tao de la Física , Fritjof Capra, Editorial Sirio pag 331-353
El esquema que parece más apropiado para esta descripción de los hadrones y sus interacciones se denomina “teoría de la matriz-S”.
(En física de partículas, un hadrón es una partícula subatómica que experimenta la fuerza nuclear -véase interacción nuclear fuerte-. Estas no son partículas fundamentales, y están compuestas de: fermiones llamados quarks y antiquarks, y de bosones llamados gluones. Los gluones actúan de intermediarios para la fuerza de color que une a los quarks entre si.)
Su concepto clave, la “matriz-S”, fue propuesto en principio por Heisenberg en 1932 y ha sido muy desarrollado durante las dos últimas décadas, dentro de una compleja estructura matemática que parece muy adecuada para describir las interacciones fuertes. La matriz-S es una colección de probabilidades que incluyen a todas las posibles reacciones en las que intervienen hadrones. Su nombre deriva del hecho de que es posible imaginar a todo el conjunto de reacciones posibles de las hadrones, ordenadas dentro de una impresionante serie infinita de tipo que los matemáticos llaman matriz. La letra S es lo que quedó del nombre original “scattering matriz” (matriz de dispersión) que se refiere a los procesos de colisión –o “dispersión”-, que constituyen la inmensa mayoría de las reacciones entre partículas.
En la práctica, nadie se interesa jamás por toda la serie de los posibles procesos de dispersión, sino sólo por unas pocas reacciones específicas. Por tanto, nunca se trata con la totalidad de la matriz-S, sino sólo con aquellas de sus partes o “elementos” que se refieran a los procesos que van a considerar.
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Por otro lado, la teoría de matriz-S evita una dificultad que es típica en la teoría del campo. Los efectos combinados de la teoría cuántica y de la teoría de la relatividad hacen imposible localizar con precisión una interacción entre las partículas.
Debido al principio de incertidumbre, la indefinición de la velocidad de una partícula aumentará a medida que su zona de interacción se localice de un modo más definido, y por ello, la cantidad de su energía cinética será cada vez más incierta.
Finalmente, esta energía será lo suficientemente grande como para la creación de nuevas partículas, de acuerdo con la teoría de la relatividad, y después ya no podremos estar seguros de que estamos tratando con la reacción original. Por tanto, en una teoría que combina las dos teorías, la cuántica y la de la relatividad, no es posible especificar con precisión la posición de las partículas. Si se hiciera así, como en la teoría del campo, tendríamos que tolerar las incongruencias matemáticas que constituyen el principal problema de todas las teorías del campo cuántico. La teoría de matriz-S supera este problema especificando los momentos de las partículas pero permaneciendo lo suficientemente vaga en cuanto a la zona en la cual tiene lugar la reacción.
Lo importante y nuevo de la teoría de matriz-S es el cambio de énfasis, que pasa de los objetos a los sucesos; el objeto de su interés no son las partículas, sino sus reacciones.
Tal cambio de los objetos a los sucesos es necesario tanto por parte de la teoría de la relatividad como por las teoría cuántica.
Por un lado, la teoría cuántica ha dejado claro que una partículas subatómica sólo puede ser entendida como una manifestación de la interacción entre varios procesos de medición. No es un objeto aislado, sino más bien un acontecimiento, un suceso, que se interrelaciona con otros sucesos de un modo particular.
En palabras de Heisenberg:
(En la física moderna) hemos dividido el mundo no en diferentes grupos de objetos, sino en grupos distintos de conexiones…Lo que podemos distinguir es el tipo de conexión más importante para un cierto fenómeno…
De este modo el mundo aparece como una complicada telaraña de sucesos, donde conexiones de diferentes especies, se alternan, se trasladan o se combinan, determinando así la textura de la totalidad.
La teoría de la relatividad, por otro lado, nos ha obligado a concebir las partículas en términos espaciotemporales, es decir, como modelos cuatridimencionales , como procesos más que como objetos. El enfoque de la matriz-S combina estos dos puntos de vista. Usando el formulismo matemático cuatridimencional de la teoría de la relatividad, describe todas las propiedades de los hadrones en términos de reacciones (o más concretamente, en términos de probabilidades de reacción), estableciendo así un lazo íntimo entre las partículas y los procesos. Cada reacción incluye partículas que la unen a otras reacciones, edificando de este modo toda una red de procesos.
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En palabras de Geoffrey Chef, uno de los principales constructores de la teoría de la matriz-S: “una partícula verdaderamente elemental –desprovista absolutamente de estructura interna—no podría estar sujeta a unas fuerzas que nos permitiesen detectar su existencia. El simple conocimiento de la existencia de una partícula, implica que la partícula posee estructura interna” La principal finalidad de la teoría de la matriz-S es, por lo tanto, deducir de las principios generales, la estructura de las singularidades de la matriz-S.
Una teoría de este tipo sobre las partículas subatómicas reflejará la imposibilidad de separar al observador de los fenómenos observados, lo que ya se comentó con referencia a la teoría cuántica, en su forma más externa. Significa, que las estructuras y los fenómenos que observamos en la naturaleza no son, más que creaciones de nuestra mente medidora y categorizante.
Este es uno de los dogmas fundamentales de la filosofía oriental. Los místicos orientales nos dicen una y otra vez que todas las cosas y sucesos que percibimos son sólo creaciones de la mente, que surgen de un estado particular de consciencia y se disuelven una vez trascendido ese estado. El hinduismo sostiene que todas las formas y estructuras que nos rodean son creadas por la mente bajo el hechizo de maya, y considera que nuestra tendencia a concederles un significado profundo es consecuencia de la ilusión humana. Los budistas llaman a esta ilusión avidya o ignorancia, y la ven como el estado de una mente “sucia”. En palabras de Ashvaghosha:
Cuando la unidad de la totalidad de las cosas no es reconocida, surgen la ignorancia y la particularizació n, y de este modo se desarrollan todas las feces de la mente contaminada. Todos los fenómenos del mundo no son nada más que una manifestación de la mente y carecen de realidad propia.
Este es también el tema constante de la Escuela budista Yogacara que sostiene que todas las formas que percibimos son “sólo mentales”, proyecciones o “sombras” de la mente:
De la mente brotan innumerables cosas, condicionadas por la discriminació n…Estas cosas son aceptadas por la gente como un mundo exterior…Lo que parece ser externo no existe en realidad; es la mente la que se ve como multiplicidad -el cuerpo, las propiedades y todo lo demás- todas estas cosas, te digo, no son más que mente.
(Lankavatara Sutra, D.T. Suzuki, pag 242.)
En la física de las partículas, la deducción de los patrones o modelos de los hadrones desde los principios generales de la teoría de la matriz-S, constituyen una tarea larga y ardua, y hasta ahora sólo unos pocos pasos han sido dados hacia su logro.
No obstante, hay que tomar en serio la posibilidad de que algún día sean deducidas las propiedades de las partículas subatómicas partiendo de los principios generales, viéndose de este modo su dependencia de nuestro modelo científico. Es una conjetura emocionante pensar que esto pueda llegar a constituir una característica general de la física de las partículas, que aparecerá también en las futuras teorías sobre las interacciones electromagnéticas, débiles y gravitacionales.
De resultar esto cierto, la física moderna habrá recorrido un largo camino, para finalmente estar de acuerdo con los sabios orientales en el sentido de que las estructuras del mundo físico son maya, son “sólo mentales”.
La teoría de la matriz-S se acerca mucho al pensamiento oriental no sólo en su conclusión definitiva, sino también en su visión general de la materia. Describe el mundo de las partículas subatómicas como una red dinámica de sucesos y resalta el cambio y la transformació n más que las estructuras o entidades básicas. En Oriente, este énfasis es particularmente acentuado en el pensamiento budista, donde todas las cosas son consideradas como dinámicas, impermanentes e ilusorias. Así escribe Radhakrishnan:
¿Cómo llegamos a pensar en cosas, más que en procesos en este absoluto fluir? Cerrando los ojos ante los sucesivos acontecimientos. Es una actitud artificial que hace partes en el fluir de los cambios y las llama cosas…Cuando sepamos la verdad de las cosas, nos daremos cuenta de lo absurdo que resulta venerar a unos productos aislados de la incesante serie de transformaciones como si éstos fueran eternos y reales. La vida no es ninguna cosa ni el estado de una cosa, sino un continuo movimiento, un cambio.(S. Radhakrishnan, Indian Philosophy –Allen & Unwin, Londres 1951, pag. 369 )
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